Un baile, insultos y una bajada de tensión: el nuevo show de Maradona

Moscú. – Bailó, insultó, celebró, sufrió una bajada de tensión y hasta habló con el más allá: bienvenidos al último show de Diego Armando Maradona.

«Gracias, dios», gritó el legendario ex futbolista mirando a los cielos de San Petersburgo instantes después de que Lionel Messi abriera el camino de Argentina en el triunfo sobre Nigeria que mantiene vivo el sueño «albiceleste» del título Mundial.

Messi lo celebró arrodillándose en el césped y elevando las manos mientras llegaban sus compañeros para abrazarlo. Al cielo apuntó también Maradona con las suyas, pero a él no le agasajaron sus amigos: estaba tan fuera de sí que sus guardaespaldas le tuvieron que sujetar para que no se cayera del palco VIP en el que siguió el 2-1 sobre Nigeria.

De 57 años y un historial de salud más que delicado -la adicción a la cocaína le hizo coquetear varias veces con la muerte-, Maradona estaba hoy especialmente alterado y excitado y algunos videos que circularon después por las redes y los medios mostraron al ex futbolista abandonando el palco con una bajada de la tensión arterial.

«Debió ser atendido dentro de uno de los palcos especiales, en donde le tomaron la presión y lo asistieron los médicos presentes en el establecimiento», indicó la cadena argentina TyC Sports tras el 2-1, sellado con un gol de Marcos Rojos en el minuo 86.

Si antes del pitido inicial se le había visto marcándose unos pasos de baile con una nigeriana, en otro momento del partido se quedó prácticamente dormido en su asiento.

En los últimos minutos había tal tensión en el césped, que seguramente Maradona ni parpadease, temiendo la eliminación de su Argentina en la fase de grupos.

Y apareció Marco Rojos, un defensa, para marcar el gol del triunfo y devolver las esperanzas a los hinchas «albicelestes». Y, cómo no, a Maradona, el aficionado número uno, el que todos quieren ver y fotografiar.

«Putos», gritó enfervorizado tras el gol de Rojo mientras enseñaba el dedo de en medio de las dos manos. Otra vez Rojo abrazado por sus compañeros, otra vez Maradona sujetado por los guardaespaldas.

Que Maradona es uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos no hay nadie que lo ponga en duda. Ahí están los números, los goles, esa personalidad capaz de arrastrar a cualquiera, el título con Argentina en el Mundial de México de 1986…

Pero el Maradona «hincha» tampoco deja indiferente a nadie. Su hemeroteca de exabruptos y shows le va recortando el terreno a la de los goles. (IGNACIO ENCABO | DPA)