Tras polémicas y lesiones, Mesut Özil tiene que hablar con la pelota

Photo: Christian Charisius/dpa

 

Tras una polémica que se convirtió casi en un asunto de estado en Alemania, el futbolista Mesut Özil llega al Mundial de Rusia 2018 con una exigencia tremenda, obligado a hablar sobre el campo para ganarse de nuevo a la hinchada de la «Mannschaft».

El mediapunta del Arsenal, que jugará en Rusia su tercera Copa del Mundo, se vio envuelto el último mes en una controversia de proporciones mayúsculas junto con el también internacional alemán Ilkay Gündogan. Ambos jugadores, de origen turco, se fotografiaron a principios de mayo en Londres con el presidente de Turquía, Recep Tayipp Erdogan, al que le regalaron unas camisetas de fútbol.

«Para mi venerado presidente, con afecto», se leía en turco en la camiseta del Manchester City firmada por Gündogan. La foto de los tres, en la que aparecía también el jugador del Everton Cenk Tosun, fue colgada por el partido de Erdogan, que mantiene unas relaciones diplomáticas con Alemania bastante complicadas.

Los jugadores justificaron el encuentro como una cuestión de cortesía y aseguraron que no había tenido ninguna finalidad política. Pero la bola de nieve ya rodaba por la ladera.

Gündogan fue silbado y abucheado en el último partido de Alemania previo al Mundial, en el que Özil fue baja por lesión. Los dos jugadores pidieron una reunión con el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier. L

La canciller, Angela Merkel, les defendió. La Federación alemana les reprobó y sugirió una investigación para después del Mundial. Y los más radicales pidieron su exclusión de la selección.

«¡Dejen a Özil y a Gündogan en casa!», pidió Alice Weidel, de la formación ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Por suerte para los futbolistas, ambos nacidos en Gelsenkirchen, el seleccionador Joachim Löw no hizo caso a Weidel y les convocó para el Mundial de Rusia, donde Alemania debuta mañana ante México en el estadio Luzhniki de Moscú.

«Creo que los dos jugadores no pensaron en lo que la foto con el presidente Erdogan desataría», fueron las palabras de Merkel sobre el asunto. «Considero que los necesitamos a todos para obtener buenos resultados».

Así lo cree también Löw, para el que Özil es una pieza clave en el engranaje de la selección alemana. En una entrevista publicada hoy en la revista «Der Spiegel», el técnico indicó que conoce a Özil y a Gündogan desde hace mucho tiempo y sabe que se identifican completamente con los valores de Alemania.

«Y eso es para mí lo más importante. Los dos jugadores están realmente bien integrados en Alemania. Eso lo puedo asegurar», afirmó.

El jugador de 29 años, que superó varios problemas de espalda y rodilla en las últimas semanas, ha disputado 90 partidos con Alemania, 83 de ellos como titular. Jugó de inicio los 14 encuentros de la «Mannschaft» en Mundiales desde 2010.

«Creo que se ha estado comentando cuestiones que no tienen nada que ver con el fútbol. Se ha dicho que Mesut estaba triste y no es verdad. Está haciendo bromas y está preparado para jugar», dijo hoy su compañero Julian Draxler.

«Es un jugador muy especial para nosotros desde hace años y tiene una capacidad técnica que pocos tienen en el mundo. Va a estar siempre que lo necesitemos». (dpa)