CINEMATÓGRAFO

 HÉCTOR TREJO S. 

“El club de los insomnes”, otra comedia despersonalizada

En los últimos años, parece haber sucedido una producción en serie cuando de comedias mexicanas se trata y es que solo unas cuentas cintas del género se pueden salvar de parecerse a la anterior, llenas de clichés, pero sobre todo hechas a imagen y semejanza de las que han funcionado en cartelera, sin pensar en imprimirle un toque personalizado. Ese es justamente el caso de “El club de los insomnes”.

El filme dirigido por Joseduardo Giordano y Sergio Goiri Jr, es además una ópera prima, que se evidencia en la falta de pericia de sus realizadores, quienes desaprovechan al máximo a tres personajes con mucha carne argumental, para concentrarlos en situaciones que parecieran planeadas al vapor, con poca emotividad.

“El club de los insomnes” nos narra la historia de tres noctámbulos, quienes han perdido el sueño por situaciones diferentes, pero que para la historia el resultado ha sido el mismo, es decir, han puesto su vida en una situación bastante complicada. Pareciera que el argumento por sí solo tendría mucha tela de donde cortar, sin embargo, los problemas personalizados de los tres personajes son analizados de una manera muy superficial.

En el caso del protagonista Santiago (Leonardo Ortizgris), quien padece una recurrente pesadilla y esto le causa el insomnio que afecta su vida cotidiana, pasa a segundo término, cuando encontramos a Estela (Alejandra Ambrosi) es veterinaria que se ha enterado de su embarazo pero su pareja la ignora y entra en el dilema moral de perder al bebé o seguir la gestación. El tema, tan rudo, pero tan interesante, es resuelto de una manera muy simple y que no le aporta nada al filme.

Finalmente, Daniela (Cassandra Ciangherotti) es aprendiz de fotógrafa, encargada del turno nocturno en un minisúper de 24 horas, poco aporta a la historia, quizá solo a los momentos chuscos del filme, que le imprimen el toque relajado a los 80 minutos de duración.

El largometraje transita en un ritmo parsimonioso que no tiene muchas variaciones, se vuelve por momento un letargo del que solo sacan al espectador las intromisiones de personajes sui generis que aparecen durante toda la cinta. Para los amantes de la comedia mexicana, seguramente podrá parecer una opción más en cartelera.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales. En Twitter @Cinematgrafo04, en Facebook como CinematografoCerocuatro y en Instagram como cinematografo04.