Trump y Kim ultiman los preparativos para la cumbre del martes

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (der.) se saluda con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong (izq.)  Foto: —/yonhap/dpa +++ dpa-fotografia +++ 

Por Christoph Sator y Zubaidah Jalil

Singapur.- Estados Unidos y Corea del Norte abordaron este lunes con negociaciones reservadas en Singapur los últimos preparativos para la cumbre que celebrarán este martes Donald Trump y Kim Jong-un.

En todo el mundo se espera con expectación el resultado de las conversaciones, que finalmente tendrán lugar tras semanas de idas y vueltas. La principal incógnita es si Trump podrá convencer al Gobierno comunista de Pyongyang de que abandone su programa de armas nucleares. Está previsto que la cumbre dure un día pero podría prolongarse más.

Trump y Kim se encuentran en Singapur desde el domingo, pero no han hecho prácticamente declaraciones públicas. El estadounidense tuiteó: «¡Es genial estar en Singapur, el entusiasmo está en el aire!». Luego se reunió con el primer ministro del país anfitrión, Lee Hsien Loong.

Kim, cuyo hotel se encuentra muy cerca del de Trump, no apareció en público, tras haberse reunido el domingo también con Lee. Pero delegaciones de ambos países estuvieron reunidas ultimando los detalles, encabezadas por Sung Kim, actual embajador estadounidense en Filipinas y que lo fue antes en Corea del Sur, y por el viceministro del Exterior norcoreano, Choe Son-hui.

El histórico encuentro comenzará el martes a las 09:00 horas (01:00 GMT) en la turística isla de Sentosa. Se trata de la primera cumbre de este tipo en la historia de ambos países y hasta hace unos meses parecía inconcebible por las críticas e insultos mutuos que se habían intercambiado Kim y Trump.

El presidente estadounidense dialogó telefónicamente con importantes aliados antes de la cumbre, entre ellos el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, informó en rueda de prensa el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, que también se encuentra en Singapur.

Trump es muy optimista sobre el resultado y ha dejado entrever que está abierto a que Corea del Norte se beneficie de las inversiones extranjeras, pero las sanciones se levantarán sólo cuando el país dé los pasos hacia la completa desnuclearización y se puedan verificar, añadió Pompeo. «Estados Unidos ya ha sido engañado antes» y eso no volverá a ocurrir, dijo.

También subrayó que la reunión es sólo un primer paso. Es posible que se firme un documento pero tendrá que haber más, subrayó. «Hay mucho trabajo por hacer», agregó.

Además, Pompeo dejó abierta la posibilidad de retirar las tropas estadounidenses estacionadas en Corea del Sur. Aunque al principio dijo que no daría detalles sobre las negociaciones, después añadió que Estados Unidos estaba dispuesto a tomar medidas sin precedentes que ninguna Administración anterior estuvo dispuesta a asumir.

Para Kim Jong-un, cuyo país se encuentra aislado internacionalmente, la mera celebración de la cumbre es un éxito diplomático y también es la primera vez que realiza un viaje tan largo al extranjero.

Las posibilidades de éxito son muy inciertas. Algunos expertos recomendaban no tener grandes expectativas, sobre todo porque la idea que tienen ambas partes sobre la «desnuclearización» es muy diferente, es decir en qué consiste exactamente el desarme atómico y a qué ritmo debe llevarse a cabo.

Estados Unidos es una potencia atómica desde hace décadas. Corea del Norte también asegura tener misiles de largo alcance que podrían transportar cabezas atómicas hasta territorio estadounidense.

En la reunión también se hablará seguramente del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas partes. Hasta ahora no tienen embajadores ni embajadas en el otro país. Otro tema será la firma de un tratado de paz entre Corea del Norte y Corea del Sur, que siguen técnicamente en guerra ya que al final de la contienda hace más de seis décadas sólo firmaron un armisticio.

Kim está interesado sobre todo en que se levanten las sanciones económicas que afectan gravemente a su país.

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Pompeo dejó claro una vez más que su país aspira a «la completa, verificable e irreversible desnuclearización de la península coreana». Tras las negociaciones indicó que las conversaciones avanzan «incluso más rápido de lo que habíamos anticipado».

El profesor de ciencias políticas estadounidense y experto en Corea del Norte Bruce Cumings cree por el contrario que la completa desnuclearización norcoreana no es un objetivo alcanzable. En su opinión sería ya un éxito que en la cumbre se consiguiera una moratoria de las pruebas con misiles y armas atómicas, o que Corea del Norte firmada el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.

«Pero nunca sabremos si podemos registrar cada arma nuclear que haya», dijo Cumings a dpa. Por eso considera que no se debe emplear el término «desnuclearización».

La cúpula del país comunista preparó este lunes entretanto a sus 23 millones de habitantes para la cumbre, con informaciones en los medios estatales. Hasta ahora los ciudadanos habían recibido poca información al respecto.

Ambas partes intercambiarán puntos de vista sobre el establecimiento de nuevas relaciones bilaterales, así como «el tema de construir un mecanismo permanente y duradero de mantenimiento de la paz en la península coreana» y de «llevar a cabo la desnuclearización de la península coreana», aseguró la agencia oficial KCNA.

Por su parte, el presidente surcoreano Moon expresó su confianza en el éxito de la cumbre pero recordó «la enemistad profundamente enraizada» con Corea del Norte. Esta situación y el programa atómico no se pueden resolver por completo de un plumazo. «Incluso después de que ambos pongan en marcha un diálogo necesitaremos seguramente un largo proceso, que requerirá de uno, dos o quizás más años», dijo Moon.

La cumbre se celebra entre fuertes medidas de seguridad en el hotel de lujo Capella de la isla de Sentosa. Tras el primer apretón de manos Kim y Trump se reunirán a solas. Después las dos partes se retirarán a deliberar. Se desconoce también cómo será informada la opinión pública de los progresos. El encuentro es seguido por más de 2.500 periodistas de todo el mundo. (DPA)