Zidane deja el Real Madrid

(Xinhua/Guillermo Martínez/NurPhoto/ZUMAPRESS) 

 

Madrid.- Zinedine Zidane pega un portazo y se va del Real Madrid cinco días después de ganar su tercera Copa de Europa seguida. El francés da por cerrado el triunfal ciclo que comenzó el 4 de enero de 2016, cuando llegó como medida de emergencia para sustituir a Rafa Benítez. La página web de El Mundo publicó que el cambio desembocó en la segunda mejor etapa del club desde el gran Madrid de Alfredo di Stéfano. Sin embargo, el desgaste de esta última temporada, han agotado al único entrenador de la historia capaz de levantar tres Champions en el Madrid y el único en el fútbol continental en hacerlo de forma consecutiva.

«Tomé la decisión de no seguir el próximo año en el cargo de entrenador del Real Madrid, creo que es el momento para mí, para la plantilla, para el club. Sé que es raro, pero había que hacerlo en este momento», anunció el entrenador francés, que apareció en la sala de prensa del Bernabéu acompañado del presidente, Florentino Pérez.

“Este equipo debe seguir ganando y para eso necesita un cambio. Después de tres años necesita otro discurso, otra metodología de trabajo. Por eso tomé esta decisión. Quiero mucho al club y al presidente, que me ha dado la oportunidad. Estaré agradecido toda mi vida, pero hoy es el momento de cambiar. Por eso he tomado esa decisión», justificó Zidane.

«Cuando Zizou toma una decisión solo podemos asumirla y respetarla. Me hubiera gustado convencerle. Esta casa es su familia para siempre», explicó Florentino Pérez, que dejó abierta la puerta al entrenador para el futuro.

La plantilla, al tanto de la marcha de Zidane

«No me olvido de los momentos duros (KO en la Copa) y te hacen reflexionar. Los jugadores también necesitan un cambio. No es fácil para ellos. Es un club exigente y a los jugadores siempre les apretamos. No les puedo pedir más a los jugadores», aseguró Zidane, que desveló que los jugadores ya conocen su marcha, algunos por mensaje y otros, como Sergio Ramos, tuvieron una conversación con el técnico.»He tenido el respeto de todos. Sobre todo de los jugadores y eso ha sido fundamental para ganar cosas. Pero los jugadores no tienen nada que ver con mi decisión. Yo no veo tan claro seguir ganando este año, por eso si tengo la sensación de que no voy a ganar, hay que hacer un cambio. La culpa la puedo tener yo. Tomo la decisión y ya está», insistió un Zidane, que se escudó en un «desgaste natural». «Después de tres años, veo que es momento. Si yo no veo claramente que vamos a seguir ganando, llega un momento en el que es mejor cambiar y no hacer tonterías».

Durante su comparecencia ante los medios, Zidane insistió en que se trata de un «hasta luego» al Real Madrid, un club de mucho «desgaste» y repasó los que habían sido sus momentos más especiales. Para el francés su mejor momento fue la llegada al club -«muchos jugadores sueñan con jugar algún día en el Madrid»-, una oportunidad que le llegó en 2001, de la mano de Florentino Pérez, que quiso dejarle todo el protagonismo al técnico en su despedida. Pese a la conquista de tres Champions consecutivas, Zizou quiso destacar, como técnico, la conquista de la Liga la temporada pasada. Y en el apartado negativo, la eliminación copera frente al Leganés esta misma temporada.

Antes del éxito de Kiev, la figura del técnico se había desgastado por culpa de la mala Liga realizada y, también, por la eliminación copera ante el Leganés. Pero así y todo, incluso antes de conocer el resultado de la final del pasado sábado, el club se había encargado de ratificar a Zidane, con el puesto garantizado para la próxima temporada pasara lo que pasara ante el Liverpool. Su dimisión a final de curso era una posibilidad que hace meses barajaron sus superiores, intuyendo que él mismo podría dejar voluntariamente el banquillo.

Una opción descartada tras sus repetidas muestras públicas de interés por continuar al frente del equipo. Su adiós es un golpe duro para el vestuario, el club y la afición, entregada a la sonrisa y a los éxitos del que fuera astro del balompié. Sólo es buena noticia para Gareth Bale, que quizá con el próximo entrenador tenga más clara su titularidad. Sobre todo si es un experto de la liga inglesa como Mauricio Pochettino, el candidato mejor situado para relevarle. (EL MUNDO)