La esclerosis múltiple ataca principalmente a adultos jóvenes: IMSS

 

Se recomienda buscar atención médica ante los primeros síntomas para evitar secuelas

Pérdida de la habilidad motriz, adormecimiento en las extremidades, falta de sensibilidad y fatiga, son algunos síntomas de la esclerosis múltiple, enfermedad que ataca el sistema nervioso central y se caracteriza por ser inflamatoria y crónica; debe atenderse a tiempo ya que puede generar discapacidad.

En el marco al Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, el especialista en neurología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), adscrito al Hospital General de Zona (HGZ), No. 1, Arturo Benítez Serrato, explica que se trata de un padecimiento autoinmune y  con manifestaciones muy diversas.

También se presenta disfunción eréctil, incontinencia urinaria, problemas del equilibrio, coordinación, alteraciones en el estado de ánimo, inflamación al nervio óptico (llamada neuritis) que ocasiona disminución en la agudeza visual y cambios en la percepción de los colores.

Entre los factores de riesgo que alientan esta patología destaca el tabaquismo, la baja exposición a la luz solar y/o tener un familiar cercano con esta enfermedad, ya que aunque no se hereda y no se sabe con certeza que la origina, existe predisposición genética.

A decir del médico es importante conocer la sintomatología para acudir a recibir atención médica y someterse a los estudios necesarios, -laboratorios, resonancia magnética cerebral y de la médula espinal (que es donde se evidencian las lesiones de inflamación), ante las primeras manifestaciones; entre más pronto se atienda la enfermedad mejor será el pronóstico funcional y se evitará la presencia y avance de discapacidad.

El Seguro Social cuenta con el tratamiento adecuado para la esclerosis múltiple que, si bien no se cura, ayuda a disminuir las secuelas.

El especialista menciona que en México afecta entre 20 y 30 mil personas, en un rango de 20 a 30 años de edad, es más común en mujeres y se considera la segunda causa de discapacidad entre adultos jóvenes, después de los accidentes traumáticos.

Para reducir los riesgos es importante procurar una vida con hábitos sanos como una alimentación balanceada y realizar actividad física.

Si ya se padece la enfermedad, es primordial apegarse al tratamiento, no interrumpirlo y estar al pendiente de su conducta, aconseja el médico. (EL HERALDO)