Científico mexicano convierte colillas de cigarro en celulosa para elaborar papel

El científico mexicano Leopoldo Benítez, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), creó un proceso de degradación que convierte colillas de cigarro en celulosa destinada a la elaboración de papel, informó este lunes la máxima casa de estudios del país.

«Me percaté que las colillas estaban por todos lados: jardines, playas, pasillos, y hasta en las tarjas de los laboratorios; entonces, pensé en cambiar el material del que están hechas, porque tardan hasta 12 años en degradarse», explicó el experto en biología, en un comunicado.

De acuerdo con Benítez, una sola colilla puede llegar a contaminar hasta 50 litros de agua, porque está diseñada para retener sustancias tóxicas con potencial cancerígeno, como el alquitrán.

Por lo anterior, el egresado de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala se dio a la tarea de degradar estos desechos y, tras encontrar el microorganismo adecuado y lograr convertir el 25 por ciento en composta, pensó en aprovechar el 75 por ciento restante.

En una primera etapa, se buscó un microorganismo que deteriorara las colillas, y se encontró uno que con apenas un ciclo de vida de tres meses genera un complejo de enzimas fuera de sus células, capaces de degradar o ser específicas para la celulosa.

«Son hongos basidiomicetos que crecen sobre los árboles y deterioran la madera. Mi hipótesis fue que podrían hacer lo mismo con colillas, que también están hechas de celulosa», refirió Benítez.

De manera posterior, las colillas se degradaron en un 25 por ciento, proporción que se biotransformó en materia orgánica que se podía utilizar como composta.

«Pensé qué hacer con el otro 75 por ciento, y supuse que podía sustituir la pulpa de celulosa utilizada a partir de la tala de los árboles para fabricar papel», recordó.

Por el momento, el científico sólo elabora pulpa de celulosa, aunque el material procesado también tiene propiedades térmicas y aislantes.

En México se desechan 50 mil millones de colillas al año, sin disposición final, lo que convierte al proyecto del universitario en una idea innovadora con aplicaciones ecológicas, agregó la UNAM. (XINHUA)