EN EL TINTERO

JESSICA ROSALES

POR VISCERAL

¿Qué documentos solicitan los equipos de campaña de los candidatos para acreditar ante la autoridad el permiso del propietario o arrendatario de un inmueble para pintar una barda con su propaganda?

Este cuestionamiento se lo hicimos llegar al equipo cercano del candidato la diputación federal por el cuarto distrito, Isidro López Villarreal, pero simplemente no obtuvimos respuesta.

Lo anterior, ante la controversia generada la semana anterior cuando la arrendataria de un inmueble denunció que sin su autorización, pintaron la barda de su gimnasio con propaganda de Isidro López y de la candidata al Senado, Esther Quintana Salinas; ambos de la coalición “Por México al Frente”.

De forma inmediata, Quintana Salinas escribió un mensaje en la cuenta de Facebook de la afectada para disculparse y ofrecerle subsanar el daño. La candidata cumplió su compromiso y salió a dar la cara por su compañero de partido lo cual la muestra como una persona sensata que, al ver una situación de este tipo, no se esconde. Al contrario, sale a enfrentar el problema y a ofrecer una inmediata solución.

Y digo dar la cara, porque Esther reveló que fue Rosy Zertuche, ex tesorera municipal y allegada a “Chilo”, quien giró instrucciones para la pinta de la barda.

Tras repararse el daño, parecía que el asunto ahí había terminado, pero no conforme con que fue Esther quien enfrentó la problemática y que salvó a “Chilo” de una demanda por parte de la afectada, a Isidro le ganó la víscera y nuevamente salió para echarle más sal a la herida con un argumento vacío.

Resulta que al siguiente día de reparado el daño, Isidro a través de sus redes sociales publicó un documento que, aseguraba, era el permiso firmado por la propietaria del inmueble para ubicar la propaganda electoral. En su afán de seguir peleando con algunos medios de comunicación, ni siquiera se dio a la tarea de investigar si correspondía a la persona correcta; es decir, a la dueña del lugar.

Lo que Isidro no imaginó es que la afectada saldría a aclarar porque él trató de desacreditarla. La arrendataria respondió a la publicación de “Chilo” señalando que el nombre y firma que mostró el candidato no correspondía ni a su persona ni a la de la propietaria, y no conforme con dejar parchada la barda con un color que no resolvió el daño salió a querer excusarse.

Ah qué “Chilo”, como siempre le ganó la víscera. Repetimos la pregunta: ¿Cómo garantizan que quienes les firman los permisos son los propietarios reales del inmueble?

Valdría la pena a partir de ahora quienes se encargan de esta tarea pidan la firma respectiva y verifiquen con credencial de elector que realmente se trata de los propietarios.