UNA TAZA Y DOS DE CULTURA

SERGIO ARÉVALO

Escribir y leer en tiempos de “la interne”

Un día conocí a un tipo que lo primero que me dijo al tratar de “coquetearme” era decirme que era escritor, la verdad su método me pareció de lo más creativo pero a la vez cliché ¿escritor? Quién en estos tiempos cree que eso funciona, pero a mi me atrapó y al preguntarle ¿De qué escribes? Y lo principal ¿Dónde publicaste? Me comentó que escribía lo que soñaba y lo publicaba en su blog, me dijo que normalmente escribía para él, pero que si le daba un beso me pasaba el link de la página, total que no me gustó como escribía, pero si como besaba.

Internet corre hacia el cambio a ritmos vertiginosos. Y lleva de la mano a la sociedad, la industria y las costumbres. Desde hace años, la música ya recauda más en la red que con los CD. Cada minuto se visualizan por el mundo 400 horas de vídeos en YouTube, según Google. La palabra streaming, antaño desconocida, ya está en la boca de todos. Vemos en las noticias como los seguidores de los youtubers colapsan los aeropuertos y superan por número a los de diarios históricos, para muestra pregúntenles a los visitantes frecuentes de las ferias de libros que son testigos de las salas vacías de grandes plumas y de los auditorios abarrotados de booktubers que dejan en duda en el escenario su capacidad de síntesis.

Platicando con mi cuñado sobre los hábitos de lectura mencionaba que el casi ya no leía en papel pero que por semana escuchaba un audiolibro, ¿dónde queda el saborear el olor a papel de libro nuevo? Las tecnologías de información y comunicación están transformando la manera en que archivamos y leemos documentos. Hoy más del 93 % de los contenidos que se generan en el mundo están en formato digital, lo cual ha detonado la llamada lectura electrónica, e-reading o ciberlectura. Esta nueva forma de lectura ya no lineal, sino con múltiples ventanas con recursos en audio, video e imágenes en movimiento (para que no se diga que es aburrido aprender/leer), plantea grandes ventajas pero también serios inconvenientes, ¿se esta dando realmente una comprensión? Oh nos estamos volviendo repetidoras de contenido sin generar nuestro propio criterio.

Pareciera que las redes sociales como Facebook nos están presentando a más de un escritor en potencia, pero siempre quedará la duda ¿son sus palabras? ¿será idea propia? Y no creemos tener el tiempo de empezar a cuestionarnos si nuestro “amigo” en Facebook amaneció inspirado o al momento de copiar y pegar la frase en google encontraremos a uno o más autores de la cita que el usuario no se molestó en citar o mínimamente poner entre comillas.

Algunos lo saben otros lo ignoraron, pero la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha solicitado que los gobiernos de los países miembro adopten antes de 2030 políticas públicas y medidas para que las sociedades puedan formar buenos lectores. Antes de que ustedes digan “falta mucho”, no, la tarea debe empezar hoy, los hábitos de la lectura deben reforzarse en estos tiempos que el pensamiento se está reduciendo a un “like”.

Escribir si de por si era un reto, ahora lo es más, no esta el escritor temeroso que tiene miedo a compartir sus pensamientos por miedo a plagio, por el otro lado el lector que se siente abrumado de tanto material que tiene frente a el y que puede tener con solo “click”, pero que tal vez caiga en una encrucijada al no poder decidir de tanto menú tan variado con el que se puede encontrar. Podrá ser difícil leer y escribir en tiempos de Internet, pero no por eso hay que dejar de disfrutarlo, el arte es para eso. ¿Me traen un café? Es hora de empezar un libro nuevo.