Suicidio en niños y adolescentes, como evitarlo

 

La serie de Netflix ’13 Reasons Why’ desató entre los jóvenes una pregunta que no todos los adultos se han formulado: ¿merece la vida ser vivida? El cuestionamiento parece sencillo pero de la respuesta dependerá la posibilidad de un futuro o no. ¿Y si alguien de 9 años de edad concluye que no y decide terminar con su vida?

 La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que cada año 800 mil personas en el mundo se suicidan; es decir, cada 40 segundos un ser humano se quita la vida. El suicidio mata a más personas que la guerra o los homicidios. En México, el panorama no es menos alarmante: según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) durante el 2013, se quitaron la vida 6 mil personas, y de éstas, el 43% fueron jóvenes entre 10 y 29 años de edad; aproximadamente 1 cada 4 horas. Sin embargo, el Inegi también aclara que, por cada intento de suicidio o suicidio registrados, existen 20 casos no reportados.

 

“Los jóvenes que se matan hoy no lo hacen voluntariamente. Estamos en un mundo, y sobre todo en un país, que no ofrece muchas ni muy halagadoras posibilidades. Creo que los jóvenes se matan empujados por la desesperanza, una desesperanza diferente a la del viejo con una enfermedad terminal. […] la del viejo me parece una decisión ante el destino, y la del joven un asesinato que él ejecuta pero quien lo comete es la sociedad. Se mata efectivamente el joven pero no se mata él, lo mata la sociedad a través de él que lo ha convertido en un verdugo de sí mismo: la falta de oportunidades, el futuro desarrapado que tienen por delante, hace que no le encuentren sentido a la vida […] No me parecen suicidas los que engruesan las estadísticas del suicidio juvenil. Me parece la muestra de lo mal que lo hemos hecho entre todos, de esta sociedad que no le da salidas a nadie”, opina el filósofo Oscar de la Borbolla.

 

Idealizar la infancia como una etapa de mayor alegría, pureza y fragilidad, y pensar la juventud como una etapa carente de problemas nos hace dar por sentado que cualquier persona que transite por alguna de estas fases de la vida desea vivir y nos lleva a desacreditar cualquier problema que manifiesten. ¿Por qué alguien querría quitarse la vida en la etapa más feliz del ser humano si no tiene problemas? Aunque quizá sea conveniente pensar por qué damos por hecho que una persona desea vivir.

“Tendría unos 9 años. Bajé a la cocina, tomé un cuchillo y lo subí a mi recámara sin que nadie se diera cuenta, luego cerré con llave. Lo tomé y lo apunté a mi estómago, presioné un poco con la punta mi piel. Entonces no sé por qué levanté un poco la vista y vi mi reflejo en el espejo del tocador; y no sé, algo no me gustó: separé el cuchillo y lo dejé”. “¿Qué pensabas en esos momentos?, ¿sabías qué era la muerte?”, le pregunto a Andrea, quien ahora tiene 33 años. “No recuerdo si lo sabía pero no pensaba en eso. Me sentía muy sola. Mi mamá había muerto tres años atrás y yo me di cuenta de que uno está solo en la vida, sentí ausencia. Aunque en ese momento no pensé en mamá; sólo pensé en que ya quería que terminara todo, cuando me vi en el espejo me sentí rara, no me gustó”

SÍNTOMAS DE ALERTA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

 

“Los adolescentes están en busca de su lugar en el mundo y exigen límites para sentirse seguros y saber que pertenecen. Sin embargo hay que poner límites con amor, sin violencia. Los padres de esta generación tienen miedo a ser padres, a poner límites. Como sus padres fueron tan castrantes, ellos quieren darles todo a sus hijos, y educar niños sin tolerancia a la frustración, que no saben encarar problemas. A los padres les sugiero que a la menor alerta o duda busquen ayuda: no se arriesguen”, compartió Dergal, quien además nos enumeró las actitudes familiares que podrían propiciar una conducta suicida:

  • Familias incisivas
    • Recriminación
    • Excesiva culpabilización
    • Chicos que no son tomados en cuenta
    • Ausencia de límites
    • Cambio de estado de ánimo
    • Soledad
    • Sensación de desesperanza
    • Tener pensamientos de dejar de existir

 

¿QUÉ FRASES PODRÍAN ALERTAR A LOS PADRES?

• ¿Qué pasaría si no estoy?
• A mí no me quieres
• Yo aquí sobro
• Primero están mis hermanos
• Yo creo que ustedes serían más felices si yo me muriera
• Me voy a matar para quitarles un problema de encima
• No quiero vivir
• El problema de la familia soy yo

¿CÓMO AYUDAR?

 

Los adultos a cargo de los niños y adolescentes deben prestar atención a las conductas, los pensamientos, los productos que consume el menor a su cargo; desde programas de tv hasta comentarios en redes sociales. La psicóloga Natalia Romo nos pone un ejemplo: “Si mi hijo está jugando a los mosqueteros con sus amigos y de pronto dice ‘Me voy a matar’ y se entierra la espada, desde un punto de vista simplista parece obvio que está jugando, pero el adulto debe intervenir y preguntar de dónde sacó la idea de matarse, si sabe qué es y qué opina al respecto; porque la idea la obtuvo de algún lugar”.

Preguntarse si se desea vivir es un cuestionamiento que todo adulto debiera formularse para no vivir por inercia o porque no queda de otra. Sin embargo, toda pregunta tiene una edad y ningún niño debería estar en un entorno castrante y falto de amor que lo obligue a pensar en la posibilidad de morir. Convivir con un adolescente no es sencillo; sin embargo hay que aprender a escuchar incluso cuando la gente calla, aprender a leer gestos y actitudes, hacerlos sentir queridos para que sepan que no están solos. Los sentimientos de tristeza forman parte de la vida; la diferencia está en cómo interpretamos y cómo elegimos reaccionar ante un hecho. Nosotros somos narrativa: a veces, la felicidad depende mucho de cómo nos contamos la vida. (Reportaje publicado originalmente en la revista Central en julio de 2017)

 

 

DATOS ESCALOFRIANTES

 

  • En la Región Sureste de Coahuila, este año se han registrado 37 suicidios, la mayoría de ellos en personas jóvenes
  • Cada año se suicidan 800 mil personas en el mundo, una cada 40 segundos
  • El 75% de los suicidios ocurre en países de ingresos bajos y medios, y este patrón se repite en cada caso particular, ya que la mayoría de quienes se quitan la vida son personas de bajos ingresos
  • El suicidio es ya la segunda causa de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad.

 

MITOS Y REALIDADES

 

Mito: El que lo dice no lo hace

 

Realidad: El 90% de las personas que se suicidaron o lo intentaron, pidieron ayuda. “El que lo dice lo está considerando, le cabe en la mente esa posibilidad”, señala el psicólogo Luis Amigo de Colombia

 

 

DÓNDE PEDIR AYUDA

 

El centro de Salud mental de Saltillo cuenta con una línea de prevención del suicidio 01 800 822 3737

 

En el 911, a través de la  Unidad de Integración Familiar