POR UNA NIÑEZ SANA Y FELIZ

VERÓNICA MARTINEZ

POR UNA NIÑEZ SANA Y FELIZ

Todos nuestros niños merecen ser felices y estar sanos, explorar el mundo de forma segura y poder desarrollar su potencial. Soy madre de dos pequeños, Emiliano y Santiago. Como toda mamá, deseo lo mejor para mis hijos.

Sabía usted estimado lector, que en las edades de cero a cinco años es el periodo en el que nuestras niñas y niños desarrollan las capacidades físicas, intelectuales y emocionales que contribuyen al sano crecimiento.

Por eso, el candidato a Presidente de la República, José Antonio Meade firmó el Pacto por la Primera Infancia, promovida por la iniciativa Mexicanos Primero, esto significa incluir en el Plan Nacional de Desarrollo una estrategia integral orientada a la niñez de entre cero y cinco años.

Los compromisos asumidos, que comparto y apoyo, incluyen disminuir el porcentaje de niños que viven en pobreza, reducir la desnutrición y la anemia en niños menores de cinco años e incrementar la lactancia materna.

Garantizar la aplicación de vacunas, fomentar programas de desarrollo infantil temprano, erradicar la violencia contra los infantes y abatir la pobreza extrema en la primera infancia en la siguiente administración.

Es importante recordar también el compromiso que asumió México con otros líderes mundiales en el 2015 cuando se comprometieron a trabajar por un mundo más igualitario al firmar los objetivos de desarrollo sostenible.

Definitivamente el primer paso para garantizar este objetivo, es que todos los niños comiencen sus vidas en igualdad de condiciones.

Como madre de familia me preocupo y ocupo de mis hijos, y como muchas mujeres de Coahuila, trabajo duro para sacarlos adelante, para brindarles lo que necesitan para que crezcan fuertes y en un ambiente de bienestar.

Las niñas y los niños representan el amor y el motor para seguir adelante para los padres de familia; a ellos debemos protegerlos y procurarles cariño, alimento, vestido, educación y valores.

Sus derechos están salvaguardados por la Constitución y por organizaciones internacionales que abogan por la niñez. Se han implementado políticas públicas para este sector de la población, pero aún falta por hacer.

Desde la trinchera en que me encuentre, apoyaré las acciones para que haya piso parejo en igualdad de oportunidades para nuestros niños. Ellos merecen lo mejor de nosotros como padres, sociedad y gobierno.