2018, el peor año para el sacerdocio en lo que va del sexenio: 24 sacerdotes asesinados

 

La línea entre la Iglesia y el crimen organizado: en este sexenio 24 sacerdotes asesinados.

Este 26 de abril se dio a conocer que el sacerdote Moisés Fabila, secuestrado en la Ciudad de México el pasado 3 de abril, fue encontrado muerto el 22 de abril por la mañana en la colonia Lomas del Sur, en el municipio de Emiliano Zapata, en Morelos.

Familiares del secuestrado informaron que el sábado 21 de abril habían pagado un rescate de 2 millones de pesos, sin embargo, Fabila se sumó a los al menos 23 sacerdotes que han sido asesinados en este sexenio, con base en cifras del Centro Católico Multimedial (CMM).

De acuerdo a la página web de The Huffington Post, con base en cifras del mismo centro en lo que va de 2018, cinco sacerdotes han perdido la vida, mientras que en 2017 fueron asesinados cuatro de ellos.

“Este año de coyuntura electoral y de prodigas promesas para devolver la paz se ha convertido en el peor para el sacerdocio en lo que va del sexenio 2012-2018.» Centro Católico Multimedial.

La Iglesia ha tenido su «abril negro»: tres sacerdotes han muerto en circunstancias violentas.

El miércoles 18 de abril, Rubén Alcántara Díaz, de la diócesis de Izcalli sufrió un ataque mortal. Las causas del homicidio aún no están determinadas.

El viernes 21 de abril, Juan Miguel Contreras García, de la Arquidiócesis de Guadalajara, fue agredido en la parroquia donde servía para ser ultimado a balazos sin que haya resultados definitivos de las pesquisas.

La oleada de violencia contra la iglesia católica parece haber arreciado este año cuando en febrero de este año el asesinato de dos sacerdotes en Taxco, Guerrero, causó una guerra de declaraciones y señalamientos entre el clero y el gobierno estatal, luego que el fiscal general Javier Ignacio Olea Peláez dijo que, de acuerdo con información de inteligencia y de testimonios que asistieron al festejo en que se encontraban los curas, se tenía conocimiento de que hubo un conflicto durante el baile; sus declaraciones coincidieron con las previamente emitidas por el gobernador Héctor Astudillo Flores, quien responsabilizó al crimen organizado del homicidio.

Luego resonó la supuesta tregua entre el obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, en Guerrero, Salvador Rangel y los líderes locales del crimen organizado. En una entrevista con El País, Rangel señaló que decidió hablar con los grupos criminales para poner freno a los asesinatos a candidatos.

Rangel había alcanzado una supuesta tregua con los grupos criminales el viernes 30 de marzo. En los últimos siete meses, 12 candidatos a alcalde fueron asesinados en Guerrero, el estado que registró la mayor cantidad de homicidios en 2017, el año más violento en la historia reciente de México, según cifras oficiales.

Después tuvieron lugar los asesinatos de los sacerdotes Rubén Alcántara Díaz de la diócesis de Izcalli y de Juan Miguel Contreras García de la Arquidiócesis de Guadalajara.

No es la primera vez en la que dos sacerdotes son asesinados en cuestión de horas. El 20 septiembre de 2016, Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz, de la diócesis de Papantla, perdieron la vida; la Fiscalía de Veracruz concluyó que su muerte se debió a «un lío de borrachos».

Unos días después, hacia el 22 de septiembre, el cuerpo de Alfredo López Guillén, de la Arquidiócesis de Morelia, fue hallado con signos de violencia y se le señaló de pederastia.

“Es necesario detenernos para reflexionar sobre el estado de cosas que nos está aniquilando. Día tras día, miles de ciudadanos viven el miedo e incertidumbre por la violencia en diferentes zonas del país. La muerte es cosa común.» Centro Católico Multimedial.

En un editorial publicado el pasado 22 de abril, previo al primer debate presidencial, el centro católico señala que, en medio de la carrera por los cargos de elección popular y la presidencia de la República, la frase que más resuena es la de «miedo» y que la indecencia de la propaganda política se vale de ese sentimiento para «explotar el temor y encauzar el voto para quienes ambicionan estar encima de las encuestas.»

“Lo inmoral e indecente es hacer campañas que en realidad son guerra sucia explotando al electorado. Bajeza y ruindad de los candidatos quienes hacen más ataques que promesas viables y congruentes para cumplir lo que fracasó en este sexenio».Centro Católico Multimedial.

Asimismo, hicieron un «enérgico llamado a las autoridades» ante la falla «estrepitosa» de esquemas y planes de seguridad.

Para el centro de análisis InSight Crime la estrategia actual del gobierno de México a nivel nacional, enfocada en la persecución de jugadores criminales de alto nivel y en el despliegue de fuerzas de seguridad federales reflejada en las declaraciones del gobierno, contrasta con las pocas capacidades con las que cuentan las instituciones locales para enfrentar y judicializar a los grupos de crimen organizado que operan en sus zonas.

Este enfoque, apunta InSight Crime, también ha pasado por alto las dinámicas criminales locales y su relación con políticos y otros actores como la Iglesia católica en algunas de las más remotas zonas del país.

Las propuestas sobre cómo abordar la creciente inseguridad en el país han pasado a ocupar un nivel secundario en el debate electoral, con la excepción de los comentarios improvisados del candidato a la presidencia Andrés Manuel López Obrador sobre conceder amnistías a miembros del crimen organizado»InSight Crime.

Aquí los nombres de los presbíteros que perdieron la vida por circunstancias violentas en los cuatro primeros meses de 2018: Germaín Muñiz García (1979-2018), diócesis de Chilpancingo-Chilapa; Iván Añorve Jaimés (1981-2018), arquidiócesis de Acapulco; Rubén Alcántara Díaz (1968-2018), diócesis de Izcalli; Juan Miguel Contreras García (1985-2018), arquidiócesis de Guadalajara; y José Moisés Samuel Fabila Reyes (1934-2018), Arquidiócesis Primada de México. Fuente: CCM. (THE HUFFINGTON POST)