AVENGERS: INFINITY WAR

VÍCTOR BÓRQUES NÚÑEZ 

Todos los héroes del Universo Marvel se dan cita para luchar contra un villano que, paradójicamente, termina siendo lo mejor y más rescatable de esta mezcolanza que no siempre entrega lo que promete. Hay exceso de todo: metraje, efectos y batallas, lo que indica claramente cuál es su público objetivo: esa generación que hizo del comic su fuente natural de inspiración

 Hay que dejar las cosas claras desde el comienzo: este filme puede ser considerado el filme más ambicioso de los estudios Marvel, podrá poner a todos sus superhéroes codo a codo en la gran pantalla, no obstante ‘Avengers: Infinity War’ (2018) no es la mejor película de este estilo. Y por una razón muy simple: demasiado de todo para una historia que es mínima, donde hay pocos diálogos y casi dos horas completas de batallas (espectaculares, qué duda cabe) que terminan en un final inesperado.

Es cierto que nuevamente las críticas más entusiastas se apuraron a decir que se trata de un nuevo acierto de Marvel, calificando al filme como un entretenido espectáculo, una montaña rusa de golpes, peleas, efectos, súper poderes y un humor que refiere a películas del mismo estudio. No obstante, falta espontaneidad en el conjunto y se nota que cada uno de los protagonistas están allí para tener su cuota de lucimiento, pero no para que la película avance ni en su historia ni en su universo temático.

Un mérito que nadie puede desconocer es que en gran medida, durante el extenso metraje -son 149 minutos- la idea de poner a todos los héroes compartiendo aventuras y cuota de pantalla funciona mucho mejor de lo que uno puede suponer, pero es evidente que de esa mezcolanza a cada rato se evidencia también la disparidad de estilos de los personajes, porque no es solamente juntarlos en tal o cual escena, sino que deben tener el mismo peso y adhesión emocional respecto del público, situación obvia que no sucede.

Los directores de este filme son Joe y Anthony Russo,  quienes hacen el esfuerzo suficiente y demuestran buen gusto en varios instantes, pero también demuestran que les cuesta mantener el ritmo, no son capaces de hilvanar una historia que justifique verdaderamente la presencia de tantos y tan diferentes superhéroes, algunos de los cuales no tienen el carisma suficiente como para soportar más de una escena.

Y de verdad que un espectador agudo y exigente bien puede preguntarse si era necesario que aparezcan tantos personajes, considerando que algunos de ellos prácticamente no aportan en nada a un argumento débil y sin mayor vuelo poético.

La premisa es básica y desde la primera escena la conocemos: Thanos y sus secuaces tratan de apoderarse una por una de seis gemas, lo que le permitirá el dominio del universo. De allí, son 149 minutos de aventuras y batallas interminables que suceden en lugares reales (Nueva York) como ficticios (Titán, Knowhere o la Wakanda que conocimos hace poco en Pantera Negra).

A pesar de las casi tres horas de metraje, no hay demasiado tiempo para desarrollar en profundidad ningún conflicto y solo se privilegia lo habitual: las escenas de destrucción de las grandes capitales y vertiginosas escenas de masas y un despliegue de efectos visuales asombroso. Tal vez “Avengers: Infinity War” logrará funcionar mejor cuando aparezca la cuarta entrega en 2019.

Porque donde evidentemente cojea “Avengers: Infinity War” es su estructura y su ritmo, porque todos estos héroes son tan dispares entre sí que algunos terminan siendo mucho más entretenidos que otros. Al respecto se llega a tener la sensación extraña de estar haciendo zapping entre muchas películas antes que estar viendo una pieza coherente y definitiva.

Sí, definitivamente esto se parece a esos conciertos donde se reúnen todas las grandes estrellas para tributar un beneficio a alguna causa noble, pero apenas les alcanza el tiempo para entregar un acorde o un deseo de buena voluntad y eso sería todo.

De este modo, el filme puede contener lo mejor y lo peor de las películas del estudio Marvel. Lo mejor está en su capacidad para generar ambientes y sorprender con elementos propios de las historias personales de los superhéroes. Lo peor: el exceso de todo y la carencia de una historia inteligente que sea capaz de justificar tanto.

Lejos, los personajes más destacados son el Doctor Strange (Benedict Cumberbatch), el infalible Iron Man/Tony Stark (Robert Downey Jr.) y Peter Parker (Tom Holland): porque mientras los dos primeros, los más adultos por así decirlo, se toman en serio la tarea de salvar al mundo, el joven Hombre Araña disfruta su adolescencia y se burla de toda la situación.

Lo que sí es un fiasco es la aparición de los adorables Guardianes de la Galaxia, porque ellos se merecían diálogos y situaciones a la altura de su meritoria aparición en el cine y, sin embargo, acá apenas sobreviven en medio de tanta y tanta batalla ruidosa, protagonizando por desgracia para sus seguidores de los momentos más débiles. Lo mismo sucede con Pantera Negra que, acá, podría no haber aparecido y no sucedía nada.

Pero donde sí algo se recompone es con el mega villano, Thanos (Josh Brolin), quien entrega los momentos más potentes del filme y se alza con un buen trabajo interpretando a un alma atormentada que no duda en destruir todo a su alrededor con tal de lograr su cometido. El ultra villano  que ofrece el Thanos de Josh Brolin, se encuentra entre lo mejor de esta cinta, llena todas las expectativas; y se adjudica un final que sorprenderá a todos.

Conviene destacar que han transcurrido diez años, tres fases y 19 películas desde que apareció la pionera “Iron Man” y de ahí hasta llegar a “Avengers: Infinity Wa r”, los espectadores se han familiarizado con casi todos los múltiples personajes del universo Marvel

Y es por eso que esta película provoca sensaciones encontradas: los fans estarán de fiesta viéndolos a todos juntos, pero pronto lamentarán que con tantos en la pantalla ninguno tiene demasiado tiempo para lucirse en toda su capacidad, debiendo conformarse con un par de parlamentos, alguna gracia o un discurso típico y solemne respecto de salvar el universo.

En todo caso, si se aguanta el metraje de casi tres horas y la única intención es pasar un rato sin mayores complicaciones, es la oportunidad soñada para ver, aunque sea solo de pasada, a algunos de sus favoritos: Iron Man, Hulk, Thor, Capitán América, Doctor Strange, El Hombre Araña, Pantera Negra y el equipo de Guardianes de la Galaxia, todos los cuales palidecen con la presencia y aplomo del villano Thanos de Josh Brolin que ha tenido la suerte de tener los mejores minutos para desplegar su batería de matices en pantalla.

Advertencia final: es importante soportar los larguísimos créditos finales y ver la escena que aparece después: es un excelente cliffhanger (escena que provoca sensación de ansiedad para continuar viendo qué sucede), perfecto para esperar la continuación de esta historia, la que anticipan será el cierre definitivo de la denominada Fase 3 del Universo Cinematográfico de Marvel. Paciencia.