EN EL TINTERO

JESSICA ROSALES 

Impresiones

El primer debate presidencial dejó satisfechos a los espectadores, por lo menos a los pocos que dedicaron parte de su tiempo para escuchar, analizar y evaluar a los cinco aspirantes a la Presidencia de la República.

Y es que el debate se llevó a cabo el domingo, cuando la mayoría de las familias aprovechan para convivir y, aunque algunos permanecieron en casa, una parte prefirió dedicar su tiempo al entretenimiento. Se asegura que no más del 30 por ciento estuvo atento al debate organizado por el INE.

Los moderadores cumplieron su papel; los periodistas Azucena Uresti, Sergio Sarmiento y Dennise Maerker hicieron su labor en base a un debate bien organizado y con temas correctamente formulados.

Sorprendieron al independiente Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” cuando responsabilizó a los gobiernos del PRI y PAN de la inseguridad que enfrenta el país, cuando le señalaron que durante su mandato los delitos en Nuevo León se incrementaron. La respuesta de “El Bronco” fue: Hemos sido laxos; y terminó planteando “mocharle” la mano al que robe.

Al candidato Por México al Frente, Ricardo Anaya, le recordaron su discurso, primero a favor del expresidente de la República emanado del PAN, Felipe Calderón; y después en contra. Aunque hay que decir que Anaya logró destacar como uno de los mejores oradores al ponderar su propuesta y recriminar con gráficas a cada uno de sus adversarios.

Andrés Manuel López Obrador, quien es puntero en las encuestas, se le vio molesto, enojado, cabizbajo. No era para menos cuando los “montoneros” le dirigieron sus misiles políticos. Algo que ya se esperaba y que podría favorecer al candidato de Juntos Haremos Historia.

Aunque terminó “raspado” los politólogos aseguran que no fue más que un rasguño que difícilmente lo hará caer en las encuestas, aunque para algunos no responder a los ataques fue una mala decisión del tabasqueño.

Hay quien dice que el candidato de Todos por México, José Antonio Meade, fue el ganador de este ejercicio democrático, pero no por su desempeño en el debate que fue bastante gris, sino porque seguramente podrá adjudicarse tres propiedades que AMLO, aseguró, le regalaría si demostraba que estaban a su nombre en el Registro Público de la Propiedad. Meade ya las está rifando.

A la que de plano ignoraron sus contrincantes fue a la candidata Independiente, Margarita Zavala. Lució insegura, atropellada en su discurso, defendiendo a su esposo, impulsando más la idea de que lo suyo no pretende ser una elección sino una reelección.

Con la oportunidad de un buen análisis, como siempre los que ganaron con el debate son los electores, que tienen la posibilidad de evaluar y razonar mejor su voto.