Más de la mitad de nuestras células no son humanas, dice investigador

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Del total de células que existen en el cuerpo humano, solo el 43 por ciento son humanas, pues el restante 57 por ciento corresponde a microorganismos que lo colonizan.

Bacterias, virus, hongos y arqueas –antes consideradas bacterias– conforman ese 57 por ciento.

Somos más microbios que humanos, estableció Rob Knight, de la Universidad de California en San Diego, y autor de la estimación celular de 43/57.

La página web del Tec Reviw publicó que a nivel de genoma la proporción del humano es mucho más inferior. Los genes humanos son alrededor de 20 mil a 25 mil, pero del llamado microbioma que corresponde a los microorganismos, suma entre dos y 20 millones.

Sarkis Mazmanin, microbiólogo del Instituto de Tecnología de California (Caltech), advierte a la BBC que los genes del microbioma son un segundo genoma humano y aumentan la actividad del humano.

Lo que nos hace humanos, en mi opinión, es la combinación de nuestro DNA con el de los microbios, añade.

Por lo pronto, los investigadores ya están conociendo a fondo el papel de los seres que conforman el microbioma, como su papel en la digestión, en la regulación del sistema inmunitario, protección contra enfermedades y producción de vitaminas esenciales.

Knight subraya que se están encontrando las formas en que esas creaturas microscópicas transforman la salud humana y que hasta hace poco eran inimaginables.

Desde esta perspectiva, a los investigadores les preocupa el daño que los antibióticos que se usan en las vacunas, esté haciendo a las “buenas bacterias”.

Ruth Ley, del Max Planck Institute, dijo que tras 50 años de lucha para eliminar las enfermedades infecciosas, ahora se ha dado un “enorme y terrífico” incremento en enfermedades autoinmunes y en alergias.

Lo próximo en el trabajo sobre microbioma es como sus cambios recientes resulta de la lucha que se ha librado contra los patógenos, y como ha contribuido a un nuevo conjunto de enfermedades.

Entre las afecciones que se estudian como resultado indeseado de la lucha contra patógenos se encuentran enfermedades gastrointestinales, Parkinson, eficiencia de las drogas anticancerígenas y hasta depresión y autismo. (TEC REVIEW)