A LA BÁSCULA

JULIÁN PARRA IBARRA 

Durmiendo con el enemigo 

Jorge Zermeño Infante se convirtió en el primer candidato no emanado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en ganar la elección para la alcaldía de Torreón en 1996, y poco después de 20 años logró por segunda ocasión ser Presidente Municipal para un periodo único de un año. Y puede convertirse además en el primero en lograr la reelección, ahora para un periodo de tres años más.

En esta segunda ocasión ocurrida en 2017, logró una victoria que al principio pocos la veían posible, gracias a que canalizó el voto anti priista y lo reconvirtió en zermeñista más que en panista. El tiempo transcurrido entre la pasada elección y la que se avecina, el 1 de julio próximo; pero todavía más, el tiempo entre su toma de posesión y el nuevo viaje de los electores a las urnas, es un periodo muy corto que parece que le favorece en el ánimo de los ciudadanos, como para que sea el primer hombre en convertirse en tres periodos en alcalde torreonense. Su permanente exposición ante los medios por su función de alcalde, le genera además un viento en su favor.

Teóricamente Zermeño Infante no enfrentaría mayores problemas para ser el primer alcalde reelecto de Torreón. Pero, los principales obstáculos a los que podría enfrentar en esta empresa, no están justamente afuera, entre sus adversarios políticos, sino entre quienes se supone que deberían hacerle ‘covachita’ para que pueda llegar sin mayores problemas al día de la elección y volver a levantar el brazo.

En ese terreno es quizá donde el alcalde torreonense debiera poner mayor atención. De la ‘tienda de enfrente’ ya se sabía que, desde el primer minuto de su administración, emplearían todos los métodos posibles para intentar desbarrancarlo y evitar su reelección, y así ha sido, y es hasta cierto punto válido que las pedradas lleguen de enfrente.

Sin embargo, en esa lucha han brillado por su ausencia sus funcionarios, los regidores de su partido, su partido mismo, los diputados locales y hasta los federales y senadores. Lo han dejado solo, sin darse cuenta de que en el hipotético caso de que no resultara reelecto, muchos de ellos tendrían chamba hasta el 31 de diciembre, y por ello debieran esforzarse por crearle una especie de ‘bolsa de protección’, pero les ha ganado la comodidad.

Además, algunos de los más importantes puntos que han servido como proyectiles para que se le ataque, los han generado desde su propio equipo de trabajo y le doy sólo algunos botones de muestra: la expedición –se haya o no cobrado, se haya elaborado correcta o incorrectamente- del cheque para una ex trabajadora de Simas, el escandalito del titular de Vialidad tras presuntamente perseguir a una mujer en un vehículo no oficial, y ahora el asunto este de los policías que grabaron tras las rejas a una mujer desnuda que a todas luces está afectada de sus facultades mentales porque se ha mostrado así sin ropa en varios cruceros y calles de Torreón.

Ese tipo de piedras que no tendrían que estar en el camino de Zermeño, le pueden ir provocando un desgaste innecesario, que tentativamente no le provocarían mayores estragos de aquí el 1 de julio, pero sí en el resto de esta administración de un año y, de persistir, más en la de tres años.

Muchos de los que están a su alrededor, y que están en la nómina del municipio, deberían entender que es Jorge Zermeño la cabeza de ese proyecto, y que es su obligación tratar de ‘arroparlo’, porque de pronto da la impresión de que el alcalde torreonense está durmiendo con el enemigo.

En el pasado reciente ocurrió algo similar con alcaldes de otro partido, a los que su partido, sus regidores, sus funcionarios, los diputados locales y federales y senadores dejaron sólo, que lo colocaron toda la administración en el centro del cuadrilátero, que lo dejaron que se confrontara con diversos sectores, era el pararrayos que recibía todos los impactos, y al final terminó ‘pasando aceite’.

Y si los que están ahora no cumplen con el papel que les corresponde, el alcalde debería aprender a sacudírselos de encima, hace falta un revulsivo, porque para proyectos como este, de dirigir un municipio con la importancia y trascendencia de Torreón, se necesita gente comprometida, responsable, trabajadora, leal, divisas algunas de ellas, que parece que algunos de sus actuales colaboradores, no conocen.

 

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@JulianParraIba