La misión de la ONU en Haití: del mantenimiento de la paz a un enfoque de desarrollo

 

Tras terminar con la presencia militar de cascos azules en Haití, las Naciones Unidas están trabajando para pasar a ejecutar una misión de desarrollo sostenible y este miércoles el Consejo de Seguridad recibió el primer informe sobre este proceso.

Jean Pierre Lacroix, quien visitó Haití en marzo, declaró que la Misión para el Apoyo a la Justicia en Haití está en pleno funcionamiento y aplicando activamente su mandato que comenzó en octubre del año pasado.

“Su presencia civil se concentra en el área metropolitana de Puerto Príncipe, con equipos móviles multidisciplinarios que monitorean el desarrollo político y del estado de derecho y se relacionan regularmente con las comunidades locales y las partes interesadas en los diez departamentos de Haití. Este modelo de despliegue está vinculado a una huella ligera y no intrusiva, al tiempo que crea un canal de comunicación regular con la población haitiana en todo el país”, dijo el secretario general adjunto para las operaciones de mantenimiento de la paz.

Lacroix recalcó que el principal objetivo de la nueva misión es consolidar la estabilidad y la seguridad en el país a largo plazo, por lo que se necesita más que nunca de una fuerte ejecución de la ley y de un respeto a los derechos humanos.

A pesar de la retirada de los cascos azules, la Misión se ha comprometido a ayudar a la Policía Nacional Haitiana a través de un programa de mentoría y asesoramiento, así como ha comenzado a apoyar a los dos cuerpos reguladores del poder judicial en el fortalecimiento de la rendición de cuentas.

“Otras áreas clave de apoyo de la Misión están dedicadas a ayudar a frenar la detención preventiva prolongada y el hacinamiento en las cárceles”, explicó Lacroix.

Los desafíos

Lacroix advirtió que las debilidades de las instituciones del estado de derecho continúan generando múltiples desafíos de derechos humanos y fomentando una cultura de la impunidad. Por lo tanto, las prioridades de la Misión en este ámbito incluyen la necesidad de fortalecer las instituciones nacionales de derechos humanos para garantizar el debido proceso y el acceso a la justicia, mejorar la protección de las mujeres y los niños, y la lucha contra la violencia sexual y de género.

“Debemos tener en cuenta que los desafíos y riesgos permanecen, especialmente mientras nos preparamos para una transición del mantenimiento de la paz al desarrollo. Haití ha recorrido un largo camino para lograr la relativa estabilidad política y de seguridad que ahora disfruta, pero las persistentes incertidumbres económicas, que pueden dar lugar a la exclusión social, especialmente de los jóvenes y los más vulnerables, pueden socavar este progreso”, dijo.

El secretario general adjunto recalcó la importancia de mantener una buena relación con el Gobierno y resaltó el apoyo del presidente Moïse, de la que fue testigo durante su reciente visita al país.

“Es necesario un diálogo franco, abierto y respetuoso con las partes interesadas nacionales clave para permitir la colaboración positiva en todos los niveles con el fin de lograr un cambio efectivo”, dijo.

Hacia una retirada de la Misión

Jean Pierre Lacroix dijo ante el Consejo que, si bien el logro de resultados en la Misión sigue siendo la prioridad, ya se ha comenzado a preparar una transición a una presencia que no sea de mantenimiento de la paz.

Agregó que la estrategia para que esto suceda buscará anticipar y mitigar cualquier brecha que pueda surgir de la retirada y que esperaba con interés la estrecha colaboración con el Gobierno haitiano y otros socios para garantizar el éxito de esta transición.

“Una salida ampliamente consultada y de propiedad, basada en puntos de referencia, sigue siendo el enfoque correcto para preservar los logros de estabilización y consolidación de la paz logrados durante una década en Haití. Estamos decididos a garantizar, dentro del plazo general ya indicado por el Consejo, que la Misión sea la última operación de mantenimiento de la paz desplegada en Haití”, concluyó Lacroix.

La Misión de Apoyo a la Justicia de las Naciones Unidas en Haití (MINUJUSTH) sucedió a la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), que concluyó su mandato de 13 años el 15 de octubre de 2017.

La nueva misión fue establecida con la Resolución 2350 del Consejo de Seguridad, adoptada por unanimidad en abril de 2017 por un período inicial de seis meses y hasta el 15 de abril de 2018.

La MINUJUSTH comprende siete Unidades Policiales Formadas con un total de 980 miembros de FPU y 295 Oficiales de individuales y 351 civiles de personal internacional y nacional. (CINU)