Aprueban en Senado Ley de Propiedad Industrial propuesta por Jorge Dávila

El Pleno del Senado de la República aprobó por unanimidad, con 75 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones, el dictamen a la minuta con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de la Propiedad Industrial, para dar mayor certeza jurídica en materia de marcas, estimular la competencia y creatividad de emprendedores y empresas y otorgar más y mejores opciones a los consumidores, iniciativa que propuso y presentó en su momento el Presidente de la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, Jorge E. Dávila Flores.

El documento, aprobado previamente en San Lázaro, modifica el concepto tradicional de marca, para poder registrar elementos sonoros, olfativos, táctiles, sensoriales en general o la combinación de ellos, así como la imagen de los negocios, con el propósito de armonizar la normatividad con la de otros países y organizaciones internacionales, con los que México mantiene relaciones comerciales, tales como Estados Unidos, Japón, Reino Unido y la Unión Europea, entre otros.

En entrevista, Dávila Flores señaló que con esta reforma se busca fortalecer y proteger las marcas colectivas y marcas de certificación, en apoyo de las empresas del país, las cuales pueden potenciar sus productos, garantizando el origen geográfico, material utilizado, modo de fabricación u otras características, que los diferencian de otros similares.

“Si bien es cierto que ya se protegían las marcas colectivas -aclaró- era necesario robustecer aún más su regulación, toda vez que son propiedad de una asociación o sociedad de productores, fabricantes, comerciantes o prestadores de servicios legalmente constituidos, que benefician de manera importante a habitantes de varias comunidades, como ejemplos: la Trucha de la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca; el Queso Cotija Región de Origen de Michoacán o los freseros de Irapuato, Guanajuato”.

Respecto de las marcas de certificación, añadió, no se encontraban previstas en la ley anterior, por lo cual debían ser reconocidas, y se definen como los signos que distinguen productos y servicios, cuyas cualidades u otras características han sido certificadas por su titular, tales como sus componentes, las condiciones de elaboración, la calidad y el origen geográfico.

“Como ejemplos, puedo mencionar los distintivos “COTTON”, “COMERCIO JUSTO”, “USDA ORGANIC”, “ISSO 9000” y “KOSHER”, que otorgan valores agregados indiscutibles, ya que una entidad pública ha verificado previamente la calidad de sus materias primas, instalaciones, equipos, procesos y estándares de calidad”, comentó.

Dávila Flores comentó que en el caso de la administración pública, los distintivos sirven como marcas de certificación, como el sello “TIF” (Tipo Inspección Federal), con reconocimiento mundial, que otorga la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación a los rastros y establecimientos industriales dedicados a producir, almacenar, sacrificar animales, procesar y distribuir todo tipo de carnes y sus derivados o la marca “Hecho en México”, que es sinónimo de calidad, respaldada por el talento, creatividad e innovación de los productores que en nuestro país trabajan para ofrecer bienes y servicios competitivos.

“Con estos cambios legales, la inclusión de las marcas no tradicionales y de certificación, así como el fortalecimiento de las marcas colectivas, se establece debidamente qué signos pueden o no registrarse como marcas, basándose en los principios de simplificación administrativa y certeza jurídica para los solicitantes, reduciendo requisitos y precisando puntualmente el procedimiento del registro”, concluyó JDF.

Cabe señalar que la nueva Ley fue enviada al Ejecutivo Federal para sus fines constitucionales y entrará en vigor tan pronto se publique en el Diario Oficial de la Federación. (EL HERALDO)