EL MESÓN DE SAN ANTONIO

ALFONSO VAZQUEZ SOTELO

PATOS AL AGUA, NI PATOS, NI AGUA

Hasta hace algunos años pensábamos que los recursos naturales eran inagotables por lo tanto dábamos rienda suelta a su consumo. Talábamos bosques a diestra y siniestra, desperdiciábamos inmisericordemente el agua, cazábamos( matábamos) con bastante alegría y sin compasión a animales sin importar cuan escasos fueran ni que tan profunda fuera la perdida, había muchos. Nuestra visón era sin duda corta, miope; la urgencia de consumir recursos era impostergable.

La muerte o devastación de algún recurso nunca la vimos relacionados con los otros , pensábamos que si uno se nos acababa habían otros de los cuales echar mano entonces secamos lagos , cambiamos el curso de los ríos, nos sentíamos dueños de la creación, del hábitat que teníamos, y la madre tierra paciente aguantó hasta la ignominia. Aun así cansada y dolorida creíamos que se alegraba con la felicidad nuestra y seguimos extrayendo petróleo, carbón que incluía el agua que adherida a esos minerales no significaba nada. El agua no tenía importancia.

Murieron pájaros, mariposas, abejas desaparecieron manadas de búfalos, el salmón se volvió escaso; en la majestuosidad del cielo no había águilas reales ni cóndores; las tortugas en los mares temían extinguirse y sus huevos tan expuestos fueron comercializados sin pudor y con matices afrodisiacos sin pena ni gloria. Lo peor de este asunto es que sin efecto real. Muchas especies perdieron la vida y su razón de ser estampadas o acorraladas en las cercas de piedra o de alambre de púas y en ocasiones electrizadas, absurdo si, egoísta también.

Todo esto fue pasando lenta e inexorablemente por nuestros sentidos sin reflexión seria, sin preocupación real, como quien toma agua entre las manos y no la puede sostener. Los costos fueron muchos, siempre desembolsados por la naturaleza cada vez la escasez fue imperando como silencio sin trompeta.

Fue tanta la aberración que cometimos, el resultado: fuimos aglomerando grandes centros de población que pronto demandaron servicios y cuidados que nunca realizamos con propiedad ¿las inmundicias humanas aparecieron y a dónde las aventábamos?

La llevamos a las orillas de los pueblos, pensábamos que lejos se olvidarían y se perderían sin que su descomposición nos alcanzara; la

montaña se fue haciendo más y más grande hasta que no podía ser más y entonces nos complicamos la vida ya que teníamos un cerco de basura y vivíamos en el hoyo mismo de la basura.

Gritamos, nos asustamos, el hedor era insoportables queríamos agua y el agua tan sin gracia comenzó a ser insuficiente y no teníamos ni para tomar.

El agua limpia es un ingrediente esencial en la vida humana saludable, pero 1,200 millones de personas carecen de acceso al agua, según estimaciones recientes del Instituto Internacional de Gestión del Agua. Otros 500 millones viven en áreas “que se acercan a la escasez física”. Para acabarla de amolar la escasez económica de agua es predominante en todo África, particularmente en el África subsahariana. Se estima que 1,600 millones de personas en todo el mundo viven en zonas de escasez económica de agua, con 780 millones de personas viviendo en zonas sin servicios básicos de abastecimiento de agua. En México el problema del agua es una cuestión de sobrevivencia, la zona metropolitana de la ciudad de México requieres agua para tomar y agua para desalojar deshechos. En conclusión se requiere de agua y entre más gente sea, más recurso necesita. Las autoridades de la ciudad de México dan declaraciones evadiendo el problema real.

Nuestra ciudad requiere de agua, de mucha agua. Y la traemos cada vez de lugares más lejanos este líquido, perforamos más profundo, sin duda debemos administrarla con mayor esmero, abrir la llave del agua y que salga agua cada vez es más un acto de fe.

¿Hay soluciones para evitar la escasez de agua?

Hay varias soluciones disponibles capaces de abordar eficazmente la escasez de agua, incluyendo el reúso, almacenamiento, manejo, conservación y numerosas tecnologías de tratamiento de agua.

Pero sin duda la más eficaz es tomar conciencia de nuestro consumo eso en cortito ahorrará muchas cantidades de agua necesaria para nuestro propio consumo.

Total: “¿Qué sabe el pez del agua donde nada toda su vida?» Albert Einstein.

Autor

Alfonso Vazquez Sotelo