La policía alemana detiene a Carles Puigdemont, expresidente de Cataluña, cuando cruzaba la frontera con Dinamarca

FOTO: Cuenta de Facebook Carles Puigdemont i Casamajó 

La policía alemana ha detenido este domingo al expresidente catalán Carles Puigdemont cuando intentaba cruzar la frontera desde Dinamarca, cumpliendo así con la orden europea de arresto emitida el viernes pasado por el Tribunal Supremo español.

De acuerdo a información publicada en la página web de BBC Mundo, Puigdemont fue detenido apenas cruzó la frontera en su ruta de Finlandia a Bélgica, donde se autoexilió a finales de octubre del año pasado, después de declarar de manera unilateral la independencia de su región.

La justicia española investiga al político por los delitos de rebelión y malversación de fondos públicos por su papel durante el referéndum separatista y la declaración unilateral de independencia de Cataluña, dos actos que considera fuera de la legalidad.

El abogado del expresidente regional, Jaume Alonso-Cuevillas, ya había anunciado en Twitter que su representado se encontraba «retenido» en una comisaría de ese país, donde recibía un «trato correcto» en «todo momento».

La justicia española, que durante meses mantuvo sin efecto la euroorden de detención para Puigdemont, la reactivó el pasado viernes tras la noticia de que este se encontraba en Finlandia para participar en una conferencia y reunirse con diputados de ese país.

Ese mismo día, el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ordenó el ingreso en prisión de Jordi Turull, el dirigente al que la mayoría independentista tenía previsto proclamar este sábado en el Parlamento catalán como nuevo presidente de Cataluña.

¿Por qué ahora?

La justicia española ordenó el ingreso en prisión de Puigdemont el año pasado, cuando ya no se encontraba en el país.

Si bien en un inicio Llarena pidió a Bélgica que lo detuviera, el juez desistió poco antes de que Bruselas tomara una decisión.

El motivo es que el código penal belga no contempla un equivalente exacto a la rebelión, por lo que existía la posibilidad de que el magistrado belga excluyera este delito del proceso de extradición de Puigdemont y los cuatro consejeros que se refugiaron con él en ese país.

De todos los cargos de los que están acusados, el de rebelión es el más grave.

Así que Llarena prefirió esperar y retiró en diciembre la orden de arresto europea pero mantuvo vigente la nacional, lo que les impidió volver a Cataluña para participar en la elección del nuevo presidente regional.

Tras la reactivación de la euroorden, las fuerzas policiales finlandesas buscaron sin éxito a Puigdemont dentro de su territorio.

Al haber sido detenido en Alemania, el código penal que se tendrá en cuenta para la entrega a España será el alemán, que sí incluye delitos similares al de rebelión y los castiga con penas que van desde los 10 años a la cadena perpetua. (BBC MUNDO)