A LA BÁSCULA

JULIÁN PARRA IBARRA 

Ahí les va una de Morena

 Aunque ya lanzó la advertencia de que la única forma de no llegar a la presidencia de la República sería mediante un monumental fraude, y que si eso sucede él se va y a ‘a ver quién amarra al tigre’, el candidato de Morena Andrés Manuel López Obrador y algunos de sus operadores en las diferentes entidades del país han venido cometiendo algunos yerros que le pueden costar la pérdida de algunos puntos que no sé si sean suficientes para poner en riesgo una eventual victoria, pero sí le pueden llevar a reducir la preferencia electoral y la simpatía en algunos sectores de la sociedad mexicana.

Al menos en los ejemplos que tenemos en las dos entidades más cercanas, Coahuila y Durango, los problemas internos están a la orden del día, amenazan con desintegrar a nivel local la alianza con los partidos del Trabajo y Encuentro Social, o por lo menos generar una división al interior del partido y con ello dar al traste con lo que se había visto construyendo en los meses recientes, años quizá.

Del lado coahuilense, militantes y simpatizantes de Morena acusan a la dirigente estatal, la lagunera Miroslava Sánchez, de tener secuestrado al partido e imponer candidaturas de personajes que provienen de otros partidos –sobre todo del PAN-, de no informar los métodos de selección de candidatos y hacer un manejo discrecional de los recursos que reciben vía prerrogativas. Ya anuncian una marcha a la ciudad de México, pasando por varios estados.

Del lado duranguense, el esquema que se había integrado con ex priistas, se ha resquebrajado con la auto imposición de Gonzalo Yáñez ‘El tirantes’ para encabezar la fórmula al Senado de la República, con lo que ‘bajó del macho’ a Otoniel García y a Marina Vitela, pero éstos alcanzaron premios de consolación, el primero de ellos iría por una diputación local, y la segunda por una federal.

A Héctor Vela Valenzuela le catafixiaron la candidatura a una diputación federal, y al parecer va por una local. Julio Ramírez, César Aguilar y Juan Ávalos, tienen la esperanza de que se les respeten las candidaturas a diputados locales, pero hasta ahora lo único que reina es la incertidumbre y el ambiente que se respira es tenso.

La división entre los morenistas o aspirantes a serlo, tanto en Coahuila como en Durango, es más que evidente. A ver si no se les hace bolas el engrudo de aquí al día de las elecciones.

Pero además en el ámbito nacional, algunas expresiones de Andrés Manuel han empezado a poner nerviosos a importantes sectores de nuestro país, entre ellas la del famoso tigre, pero en los días recientes su posición de suspender la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, su decisión desde ahora de cancelar la reforma educativa y revisar la energética.

Y, de pronto asumiendo una actitud como si ya fuera presidente de la República, anuncia sus proyecciones de un crecimiento -¿por decreto?- del 4 por ciento anual al arranque de su administración hasta llegar al 6 por ciento, y el anuncio de su decisión de orientar la política económica basado en un libro escrito por un ex secretario de Hacienda, Ortiz Mena, que lo fue hace poco más de medio siglo.

En todas las encuestas hasta ahora, Andrés Manuel aparece en la primera posición y en un principio con una ventaja que se antoja –se antojaba- inalcanzable, lo que me parece que le ha llevado a sentir que ya tiene la victoria en el bolsillo, pero habría que recordar que en la campaña en la que se enfrentó a Felipe Calderón, expresiones como la de ‘cállate chachalaca’, y la de ‘al diablo con las instituciones’, le hicieron perder la gran ventaja que llevaba.

Andrés Manuel, cuando están a punto de arrancar las campañas de manera formal, el 30 de marzo, debería de cuidarse principalmente no de la ‘mafia en el poder’ ni de sus adversarios políticos, sino de la boca del propio Andrés Manuel. Alguien debiera sugerirle que si quiere conservarse en la punta y no arriesgar una eventual victoria, tendría que mantener una gran prudencia en lo que dice, para que no termine por enredarse en su propia lengua.

 

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@JulianParraIba