CÁPSULAS SARAPERAS

FRANCISCO TOBÍAS H. 

Agustín Jaime

En esta ocasión te platico sobre un personaje Saltillense cuyo corrido es indiscutiblemente un distintivo de esta bella ciudad de Saltillo. Me refiero a Agustín Jaime, de quien dice el corrido que bajaba a caballo por calle de Bravo a ver a su novia.

Agustín Jaime se desempeñaba como cobrador de impuestos y derechos de la administración municipal.

Quien lo mató fue Pedro Arredondo. ¿El motivo? algunos dicen que fue por un amor, otros que fue por agravios o insultos; lo que sí se sabe es que el asesinato se perpetuó en la puerta de la cantina el Huizache, que estaba ubicada en la esquina de Matamoros y Múzquiz en el Centro Histórico de Saltillo.

Los familiares de Agustín Jaime me aseguran que fue velado en casa de sus padres y no en casa de Joaquina, como dice el corrido, el cual fue cambiando al pasar de boca en boca entre los saltillenses y se aprovechó para mejorar su rima.

Pedro Arredondo era policía. Cuentan que el 25 de diciembre de 1933, Agustín fue a visitar a su hermano Juan, y al despedirse partió camino a la cantina, donde el asesino ya lo esperaba para ejecutar sus intenciones.

Agustín, fue herido de muerte por la espalda, su asesino le disparó a mansalva. La noticia llegó como de rayo a su hermano, quien estaba en una siesta saltillera. Corriendo llegó donde yacía el cuerpo aun con vida de Agustín, quien alcanzo a decir el nombre de su ejecutor.

María García era su novia. Agustín Jaime tenía su caballo que era entendido, hasta a señas le hablaba, dice el corrido.

Agustín Jaime un personaje de la cultura popular saltillense, inmortalizado en un corrido, escrito por Eligio Alvarado, testigo presencial de los hechos e interpretado por muchos, pero, inmortalizado por uno: El Piporro.

En muchas ciudades hay lloronas, callejones, y hasta apariciones del diablo, pero en Saltillo tenemos anécdotas que se hacen leyenda. Agustín Jaime, una traición y un villano lo perpetuaron en nuestra historia, y él, y él bajara a caballo por calle de Bravo por toda la eternidad.