OPINIÓN

EN UN BERENJENAL

Por

14 marzo, 2018

JUAN ANTONIO MARTÍNEZ BARRIOS

En un berenjenal se ha metido el alcalde de la ciudad, Jorge Zermeño Infante, luego que su gobierno aparentemente emprendió una campaña contra la comunidad gay.

El munícipe no midió la dimensión del problema que se avecinaba y seguramente ni siquiera fue consultado sobre las acciones que realizaron sus subalternos, lo cual no es óbice para que resulte responsable de lo que ocurre en el municipio que encabeza.

Quisiéramos que Torreón fuera nota nacional por acciones y obras trascendentales de sus autoridades. Pero en las notas nacionales de los últimos días se critica y se hace mofa de la homofobia de Zermeño Infante.

Así, en el programa Dispara, Margot dispara, Horacio Villalobos calificó de “gatadas del gobierno” la detención de transexuales y el cierre de bares. En ese espacio radiofónico los conductores señalaron a Torreón “como referente nacional por la homofobia del alcalde”.

La revista de circulación nacional TV notas dio cuenta de que Zermeño arresta a individuos por vestirse de mujeres. Y Noé Rodríguez Malacara, de la Comunidad San Aelredo, criticó la detención supuestamente arbitraria de diez personas en dos meses.

Por supuesto, Raymundo Valadez, representante de grupos gays, al criticar a la autoridad municipal, declaró que “somos escándalo nacional gracias a la homofobia de Jorge Zermeño”.

Hay que recordar que los gobiernos panistas son muy dados a proceder contra la comunidad gay, y la prueba es que en la administración de Guillermo Anaya Llamas, grupos de homosexuales realizaron marchas contra la postura homofóbica de la autoridad municipal. “El que parece es”, dijo en su momento Anaya Llamas como para que no hubiera dudas sobre su repudio a los homosexuales.

Aquí lo de fondo es definir si hubo detenciones arbitrarias, si se violaron los derechos de los gays o se procedió conforme a la normatividad. Y si los colaboradores del alcalde actúan por la libre, sin criterio alguno o si contaban la anuencia y las órdenes expresas de su jefe. Y lo peor, si Zermeño se deja influir por homofóbicos entre su primer círculo de amigos y colaboradores.