Advierte IMSS daño en la vista por glaucoma

Se recomienda revisión oftalmológica anual después de los 35 años

Especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Coahuila, recomienda a personas con diabetes, adultos mayores y con antecedentes familiares a no desestimar síntomas como visión borrosa o de halos color arcoíris, dolor de ojos o cabeza y acudir a revisión médica para una detección y tratamiento oportuno de un posible glaucoma.

En el marco de la celebración del Día Mundial del Glaucoma, adoptado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el día 12 de marzo, la oftalmóloga del Hospital General de Zona (HGZ), No. 2, María Goretti Vargas, explicó que este padecimiento es crónico degenerativo y marca lesión en la vista al fallar el drenaje del líquido que produce el globo ocular para conservar la forma redonda del ojo y trae consecuencias irreversibles, como la pérdida parcial o total de la vista.

Se estima que el 50 por ciento de la población que sufre de glaucoma lo desconoce, ya que por lo general no presenta síntomas y suele afectar inicialmente un solo ojo, por lo que se recomienda estar alerta ante la presencia de las manifestaciones previamente mencionadas.

Por lo general, comienza con daño a la visión periférica (lateral), razón por la cual la mayor parte de quienes la padecen no se percatan del deterioro. Posteriormente se irradia hasta la parte central (directa) y es ahí donde se inician problemas de visibilidad clara.

La oftalmóloga menciona que existen otros factores de riesgo que deben ser considerados, como familiares con antecedentes de esta enfermedad y quienes consumen tabaco.

Goretti Vargas detalla que el glaucoma se ubica en cuatro tipos: de ángulo abierto, donde el aumento en la presión suele ser pequeño y lento; es el más común y con mayor posibilidad de ser hereditario.

El de ángulo cerrado, ocurre cuando el líquido se bloquea súbitamente y no puede salir del ojo, lo que provoca una elevación rápida e intensa de la presión. El aumento a menudo es repentino y los síntomas aparecen y desaparecen.

En tanto el modo secundario puede ser de ángulo abierto o cerrado y es el resultado de alguna otra condición médica en el ojo o en el organismo.

Mientras que el cuarto, es el congénito, el cual aparece en los bebés y la  mayoría de los casos se nota cuando tienen pocos meses de nacidos. Se detecta opacidad en la parte frontal del ojo, agrandamiento y enrojecimiento, sensibilidad a la luz y lagrimeo.

Por último, la doctora invita a las personas mayores de 35 años a realizarse exámenes de la vista por lo menos una vez al año, máxime si se familiariza con alguno de los factores de riesgo. En cuanto a los menores de edad, llevarlos previamente antes de iniciar su etapa escolar desde el jardín de niños y hasta la secundaria. (EL HERALDO)