¿Reflexionamos lo suficiente para evitar la discriminación de las personas con sida?

 

Bajo el lema ¿Qué pasaría si?”,  la campaña busca la participación ciudadana con el objetivo de indagar dónde se produce la marginación y qué puede hacerse para evitarla, así como meditar sobre nuestras acciones en relación con la marginación.

ONUSIDA recordó además que perpetuar la discriminación no solo es incorrecto, sino que afecta a la economía y al futuro de las personas, y puso como ejemplo la marginación de las mujeres en relación con la producción de alimentos.

El 43% de ellas constituyen la fuerza laboral agrícola de los países en desarrollo y solamente el 5% tiene acceso a los servicios de asesoramiento agrícola.

Otro aspecto discriminatorio que destacó ONUSIDA es el del acceso a los servicios de salud para prevenir y tratar el VIH. Aproximadamente una de cada cinco personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana evita ir a una clínica u hospital debido al estigma o la discriminación.

El director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, profundizó en la idea al destacar que “nunca garantizaremos el derecho a la salud ni finalizaremos la epidemia de sida si excluimos a las personas”, y destacó que las “barreras estructurales impiden la salud y el bienestar de millones de individuos”.

El Día de la Discriminación Cero se conmemora todos los años desde el 1 de marzo de 2014.

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA recuerda que nunca se debe discriminar a nadie por razones de edad, sexo, identidad de género, orientación sexual, discapacidad, raza, etnia, idioma, estado de salud (incluyendo el VIH), localización geográfica, estatus económico o migratorio, o por cualquier otra índole. (CINU)