ALCALDES EN CAMPAÑA

JUAN ANTONIO MARTÍNEZ BARRIOS

¿Qué alcalde en busca de la reelección se sustraerá de la tentación de aprovechar y utilizar el puesto para hacer campaña y pedir el voto ciudadano en horas de trabajo?

Y aunque pretendiera cumplir la normatividad, los drásticos cambios, la delgada línea entre ser alcalde y ser candidato, y la falta de difusión de las nuevas reglas harán caer en incumplimiento a más de uno. Porque de pronto no sólo se ha eliminado el férreo principio de la no reelección, divisa de la Revolución Mexicana, sino que al estilo de los Estados Unidos y otros países los funcionarios de elección popular pueden realizan proselitismo sin pedir licencia al cargo.

En Torreón se anticipa una elección sumamente reñida, con un alcalde como Jorge Zermeño, que no deja de ser popular y de disfrutar de una luna de miel aunque relativa, y con más tropiezos que aciertos, pues ya tuvo graves desencuentros con los trabajadores sindicalizados, se echó encima a la comunidad gay y a los defensores de los derechos humanos, mientras que Simas otorga indemnizaciones de escándalo.

Quizá quien definió muy bien lo que debe hacer cada munícipe en busca de repetir es la alcaldesa de San Pedro de las Colonias, Ana Isabel Durán Piña al hablar de un trabajo eficiente como la mejor de las campañas. “Mi trabajo será mi campaña”, dijo. Y en realidad, a eso se deben ceñir los alcaldes y candidatos a la vez.

En Matamoros, Juan Carlos Ayup parece tener despejado el camino hacia la reelección. El joven político, que desde hace algunos años venía buscando el principal cargo del Municipio, no está dispuesto a conformarse con la minialcaldía, y lo favorecen dos factores: se ha movido como pez en el agua aprovechando sus relaciones en la capital del Estado, su experiencia en otros cargos como diputado local y como director del Ceas; le está imprimiendo un sello particular a su gobierno, muy diferente a su antecesor.

Y por otro lado, aún quedan resabios que dejó la unión de partidos en la Coalición por un Coahuila Seguro, pues los protagonistas de la misma en este municipio han perdido el rumbo y hasta la armonía familiar.