CAPITALES

FRANCISCO TREVIÑO AGUIRRE

COMO FUE MI VIAJE AL FUTURO

Acabo de llegar al aeropuerto y estoy por tomar un taxi al hotel. En una aplicación en mi teléfono solicito un vehículo para trasladarme, al salir de la terminal se encuentra el vehículo que me trasladará a mi destino, lo ubico porque la misma aplicación me dice el color, placas y modelo del automóvil. Al abordarlo e intentar saludar al chófer, me doy cuenta que es un vehículo autónomo que nadie maneja. El recorrido al hotel no es en silencio ya que en el trayecto la aplicación en el teléfono escanea la música que he escuchado últimamente y empieza a sonar “viva la vida” de Cold Play. Posteriormente música de Matchbox 20 y antes de llegar a mi destino terminaba “wind of change” de la banda germana Scorpions. Llego a recepción y quien me recibe me muestra una tarjeta donde escaneo un código que me da la bienvenida al hotel y ubica mi habitación. Una pantalla de televisión en mi habitación me vuelve a dar la bienvenida y me pregunta que si los canales seleccionados en dicha pantalla son los adecuados, presione ok en mi teléfono. La intensidad de la iluminación, las persianas y la temperatura de la habitación se controlan desde el celular. Decido conocer la ciudad y pido al recepcionista me indique donde puedo obtener moneda local para hacer unas compras. Con una sonrisa entre burlona y sorprendida me dice que el museo de historia ha cerrado por hoy. “Para hacer cualquier compra, utilice la aplicación de su móvil, no tendrá ningún problema”. Nuevamente un vehículo autónomo espera por mí y me traslada a un sitio turístico, donde en perfecto español escucho la explicación de los lugares más representativos de dicha ciudad. Los horarios y ubicación se han descargado a mi teléfono para agendar una visita y comprar las entradas correspondientes. Regreso a mi hotel donde previamente había indicado la hora y lo que quería cenar, misma que se encontraba ya en mi habitación. ¿Le parece sacado de una película futurista? Permítame decirle que todo lo aquí descrito ya existe en pleno año 2018. En algunas ciudades de Asia, Europa y Estados Unidos hay empresas que están fabricando vehículos autónomos, donde la gente dentro de poco tiempo no los comprará, ya que tendrá a su disposición el vehículo que requiera para trasladarse a un precio muy competitivo. En metrópolis como Hong Kong, Nuevas York o Shanghai donde el costo de un espacio de estacionamiento es similar al pago mensual de un automóvil de lujo, ya se están llevando a cabo pruebas que muy pronto serán una realidad. Indudablemente, la industria desarrolla productos que faciliten cada vez más las actividades de la sociedad, pero debemos de fomentar también que las relaciones interpersonales no dependan de la comunicación a través de dispositivos inteligentes. La tecnología se desarrolla para acortar brechas y facilitar las actividades diarias, no para depender de ellas en la comunicación entre la sociedad.

Twitter: @pacotrevinoa

email: pacotrevinoag@gmail.com