Elba quiere al Peje en Los Pinos

Fue aliada de Felipe Calderón, para derrotar al PRI; y de Enrique Peña Nieto, para vencer al PAN; ahora está impulsando con todo la campaña de López Obrador

Señalada por la revista estadounidense Forbes como una de las «10 personas más corruptas en México«, la otrora poderosa Elba Esther Gordillo es claramente una de las más fuertes aliadas del candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, a quien, irónicamente ella misma contribuyó a derrotar en las dos anteriores elecciones en las que éste buscó el mismo cargo.

En efecto, luego de su rompimiento con Roberto Madrazo Pintado en el año 2005, la entonces dirigente nacional del Sindicato de Maestros, estableció una alianza política con el panista Felipe Calderón, ayudando con recursos multimillonarios presumiblemente provenientes de las arcas del gremio magisterial, y con el voto corporativo de miles de sus afiliados, a que éste derrotara “haiga sido como haiga sido” al entonces candidato perredista López Obrador, y mandara al tercer lugar al candidato del PRI, el tan odiado por ella, Roberto Madrazo.

Sin embargo, al cabo del tiempo, Elba Esther se peleó también con Felipe Calderón, y sobre todo, con quien fungiera en su sexenio como Secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, que a la postre se convertiría en la candidata presidencial del PAN. Por ello, retornando a sus orígenes, estableció una nueva alianza con el PRI y con su candidato, Enrique Peña Nieto, ayudándolo a ganar la Presidencia y colaborando de nueva cuenta a la derrota de López Obrador. Vázquez Mota, su enemiga, al igual que Roberto Madrazo, terminó en un muy lejano tercer lugar.

Pese a ello, Peña Nieto no se tentó el corazón. Le retiró toda protección por parte de su gobierno, y permitió que se llevaran a cabo una serie de procesos penales que llevaron a Elba Esther a la cárcel, acusada de corrupción, enriquecimiento inexplicable, y otros delitos similares.

 

            PREPARA LA VENGANZA

Por esta afrenta, y desde la prisión domiciliaria que purga en un lujoso departamento en Polanco por órdenes de un juez federal, Elba Esther está preparando su venganza en contra de Peña Nieto y el PRI, y para ello, ha puesto todos los recursos a su alcance al servicio de López Obrador.

Elba Esther no lo niega. Su apoyo, y el de su familia es para el candidato de Morena. Este jueves la revista Proceso publicó que la Maestra acudió a diversos foros nacionales e internacionales de derechos humanos, quejándose de las medidas restrictivas que le impuso un juez federal como parte de la prisión domiciliaria y que, según su defensa, se deben al apoyo de su nieto y su yerno a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador.

Esto luego de que hace unos días el juez  Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales, Alejandro Caballero Vértiz, restringió a Elba Esther las visitas y llamadas telefónicas, luego de que la Procuraduría General de la República argumentó que la ex líder del SNTE aún tiene influencia moral y “podría desestabilizar la paz y seguridad del Estado mexicano”.

Entre las restricciones ordenadas por el juez federal a petición de la PGR, destaca que sólo familiares, médicos y abogados pueden visitar a la ex lideresa magisterial; los visitantes deben entregar una copia de su identificación y comprobante de domicilio; además, que sean personas de buena reputación.

Todo esto ocurrió porque, de acuerdo con la periodista Ivonne Melgar, tanto López Obrador como su esposa visitaron a Elba Esther en su departamento en al menos una ocasión.

De acuerdo con Proceso, la defensa de la exjefa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación emprendió también acciones en contra del juez que le impuso las nuevas medidas y en contra del juzgado que le negó la suspensión de las restricciones en sus visitas y comunicaciones.

Su defensor Marco Antonio del Toro, interpuso también una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por considerar que las medidas violan los derechos humanos de la exdirigente del sindicato más grande de América Latina.

La explicación para la defensa es política: “Es evidente el carácter de persecución política que enfrenta la maestra, ya que estas ‘medidas de control’ están plenamente relacionadas con la adherencia a un candidato a la Presidencia de la República de su yerno y nieto”.

Su nieto René Fujiwara y su yerno Fernando González Sánchez no sólo han expresado su respaldo a la candidatura de López Obrador, sino que están operando la votación a favor del fundador de Morena.

Según la defensa, ese apoyo “gestó especulaciones” sobre las decisiones de Gordillo, “a pesar del prudente silencio que la maestra ha guardado”. (Con información de Proceso)

 

 

¿A CAMBIO DE QUÉ?

 

Hoy la pregunta que valdría la pena hacerse es, ¿Qué le ofreció López Obrador a Elba Esther, a cambio de su apoyo? ¿Amnistía, igual que a los narcotraficantes? ¿Retomar el control del sindicato, como lo hará con Napoleón Gómez Urrutia?