Revisemos una vez por año el armario y….¡seamos sinceros!

 

Cuando uno ordena el armario aprovecha para echarle un vistazo a las prendas, y cuando se topa con algunas piensa: «¡Ah, mira lo que tengo! No está nada mal…ahora voy a usarlo mucho más». Pero seamos sinceros. ¿Al final lo usamos? ¿Cuántas veces nos quedamos de pie ante un armario abarrotado de ropa pensando que no tenemos nada que ponernos?

Manos a la obra. Una vez por año, hay que darle una repasada a todo y, sobre todo, evaluarlo con sinceridad. Lo que está sólo para ocupar lugar, tiene que salir.

«Cambiar las prendas no es nada fácil, al igual que ‘soltar’. Hay personas que arrastran todo durante años y las largan, de repente, cuando se produce un cambio en la vida que mueve todo», dice la asesora de imagen Janine Katharina Pötsch, de Múnich.

Ella recomienda no atarse a las prendas cuando han quedado lejos, en una época lejana del pasado. «Nuestro estilo va cambiando con el tiempo».

Otro consejo a la hora de decidir si conservar algo o no: ante la duda, fíjate si puedes armar al menos tres conjuntos con la prenda de la que no estás segura de deshacerte. (DPA)