Osos polares no comen lo suficiente por las malas condiciones de caza

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Anchorage.- Los osos polares necesitan ingerir más calorías de las que se creía hasta ahora, pero tienen poco éxito en la caza, de modo que algunos no consiguen saciarse por completo, según indicaron investigadores estadounidenses en la revista «Science».

Los expertos observaron a nueve osas polares durante varios días en el océano Ártico y analizaron su metabolismo. Así comprobaron que más de la mitad adelgazaba. Los osos polares, ya de por sí amenazados, podrían estar aún más presionados si las condiciones de caza continúan empeorando por el cambio climático.

El equipo de investigadores de Anthony Pagano, del Alaska Science Center en Anchorage, capturaron entre 2014 y 2016 a nueve osas polares en la región polar canadiense del mar de Beaufort. Después midieron su tamaño y su peso, además de diferentes valores metabólicos en la sangre y la orina.

Los investigadores colocaron collares GPS con una cámara a los ejemplares y los volvieron a liberar. Tras entre ocho y once días volvieron a capturarlos.

La demanda de energía calculada de los osos polares durante el tiempo del estudio fue 1,6 veces mayor a lo que se suponía hasta el momento. Más de la mitad de las osas presentó un balance energético negativo: Los animales consumieron más energía de la que ingerían con la comida y perdieron masa corporal.

Hasta ahora los expertos creían que los osos polares necesitaban ingerir menos calorías porque no tienen ningún enemigo natural y porque su método de caza no exige demasiado esfuerzo físico: esperan sentados en un témpano de hielo a que una foca emerja del agua para respirar.

Los investigadores calcularon que una osa debe comer en 12 días una foca adulta para equilibrar por lo menos el consumo de energía. Sin embargo, durante el estudio solo lo consiguieron cuatro ejemplares. El resto de la alimentación consistió en cadáveres y animales jóvenes.

En el futuro el consumo de energía de los osos aumentará, pues si el hielo continúa desapareciendo por el cambio climático, tendrán que caminar o nadar más lejos para encontrar placas de hielo firmes sobre las que puedan cazar, apuntan los investigadores. (DPA)