Organización Internacional del Trabajo en México urge a extender protección social para cumplir con Agenda 2030

 

Representantes y expertos de la OIT se reunieron en la Casa Lamm en la Ciudad de México con embajadores de países latinoamericanos, agencias de la ONU, y la Secretaria de Relaciones exteriores, para presentar los hallazgos y recomendaciones de dos informes recientemente publicados por la organización.

El Panorama Laboral de América Latina y el Caribe 2017, presentado este jueves por la Directora de la Oficina para países México y Cuba de la OIT, Gerardina González Marroquín, afirma que el desempleo en América Latina y el Caribe aumentó por tercer año consecutivo y afecta a más de 26 millones de personas en 2017,

El problema mayor en la región sigue la tasa de desempleo de jóvenes, que se disparó en 2017. Uno de cada cinco jóvenes en la región está desempleado.

El punto positivo que subrayó la Sra. González, es que por primera vez en la historia en 2017 la participación laboral de las mujeres superó la barrera del 50%.

Sin embargo, la brecha de género sigue alta: la participación laboral de las mujeres sigue 20 % sigue inferiores a las de los hombres.

En el caso de México, explicó la Representante de la OIT en México en entrevista con el CINU, ha habido un incremento en el empleo (el desempleo bajó de 4,5 a 4,0 %).

Pero el problema es la calidad del empleo, insistió: “Mucha de la mano de obra ocupada está en condiciones de trabajo precarias. No tienen tipo de protección social, no tienen salario mínimo, no tienen jornada. Sus condiciones de trabajo son muy vulnerables”.

Además, añadió, “la tasa de informalidad es de 10% más alta que el promedio de América Latina”.

El crecimiento bajo en la región (1.2%, se espera 2% en 2018), expresó la Sra. González, “no es suficiente para absorber la tasa de desempleo”, ni para “sacar a la población de la pobreza” y así lograr la Agenda 2030.

“Pero hay otras medidas que los países podrían tomar”, dijo la Directora de la OIT en México, “como lograr una mejor distribución de las riquezas, lograr mejores oportunidades para los que menos tienen, mejorar los sistemas de recaudación fiscal en relación con las personas que son más afortunadas y que tienen mucho más recursos que la amplia mayoría de la población.”

Justamente, el segundo estudio que presentaba la OIT, el Informe mundial sobre la protección social 2017-2019: La protección social universal para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible , destaca más de la mitad de la población (unos 4,000 millones, 55 %) no tiene ninguna protección.

“Eso significa que falta llegar a la mayoría de la población mundial”, dijo el especialista en protección social de la OIT, Helmut Schwarzer.

El economista dio a conocer el estudio, según lo cual 71% no están adecuadamente protegidos, 35% de los niños (unos 1.3 mil millones) no tienen protección, y 56% en el campo no tienen acceso a servicios de salud.

En entrevista con el CINU, el Sr. Schwarzer evocó la situación de América Latina y Caribe, y México en particular.

“En América Latina, la situación es un poco mejor, pero también preocupante”, señaló.

“Tenemos 61% con acceso a al menos una prestación en dinero de la seguridad social – sea maternidad, pensiones, prestaciones familiares, por accidente laborar… Lo que significa 39% de la población necesita establecer un vínculo con los sistemas de protección social.”

Esto equivale a 240 millones de personas en la región, de los que cerca de 60 millones se encuentran aquí en México, precisó.

Con respeto a México, el experto de la OIT mencionó que la tasa de la población que beneficie de al menos una protección social está debajo del 10% del promedio regional.

El Sr. Schwarzer aclaró que hubo 812 reformas de recortes a la protección social entre 2010/15 en el mundo – un promedio más de cuatro por países, subrayando que las políticas de austeridad tuvieron impactos negativos al producir vulnerabilidad, lo que va “en sentido contrario a la Agenda 2030”.

En conjunto con la Directora de la OIT, el experto apeló al país a profundizar el esfuerza de cobertura social para avanzar en el cumplimento de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible, en particular el objetivo 1, que urge a poner fin a la pobreza en todas sus formas. (CINU)