AVATARES

ATILA

El papalote

 Hace unos días tuve el privilegio de compartir mesa en Pour le France, con dos reconocidos analistas políticos de la capital coahuilense.

Entre sorbo y sorbo de café, la inminente llegada de Rigo Fuentes a la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional, se convirtió en el tema central.

-Es una buena posición para el gobernador, es de su gente cercana, y le asegura el control de partido, dijo uno de los comensales.

-Puede ser, -respondí como abogado del diablo – pero perdió Torreón, y no pudo llegar al Congreso, rematé.

El tercero en la mesa, se quedó pensativo unos segundos y advirtió:
-Ambos tienen razón, pero no olviden que no es lo mismo viajar en avión que en papalote, y Rigo llegó en papalote.

Ante nuestra natural extrañeza, abundó:

-Rigo no tiene una situación cómoda, ni recibió un premio, su éxito depende de los resultados, no llegó en primera clase, su posición es endeble, como la de un papalote en una tormenta.

Ahora que me enteró que el ex alcalde de Piedras Negras, Fernando Puron, y el ex presidente municipal de Ramos Arizpe, Ricardo Aguirre, serán candidatos a diputados federales, recordé la reciente charla de café y el tema del papalote.

No creo que la postulación de Pablo González o de Melchor Sánchez, sea un abordaje seguro, y mucho menos que abone a la unidad partidista en Monclova, a menos que los grupos de poder reciban la tajada correspondiente.

Mery en Torreón, Fernando de las Fuentes para Saltillo, pueden ser buenas cartas, pero así como tienen pros, también sufren de contras.

No pude conocer el nombre de la mujer que aspira a llegar a una curul federal, pero seguramente tiene atributos necesarios para competir.

De último momento, supe que el ramosarizpense Juan González puja también por llegar a san Lázaro.

Si me apuran, les diré que en este 2018, Rigo no viajará políticamente por Aeroméxico, Aviacsa, ní otra línea aérea.

Si usted es su amigo y lo estima, obséquiele un buen paracaídas.

 

Y aunque toda su vida Rigo ha sido un hombre valiente, dominar un papalote no es cosa fácil.