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JOSÉ PABLO LADRÓN DE GUEVARA 

Los ocho finalistas

No se recuerda una etapa divisional en la que existiera tanta disparidad entre los mariscales involucrados. Casi siempre, en esta instancia, abundan las superestrellas, haciendo muy difícil las predicciones. Pero en el presente año las circunstancias han llevado a que llegaran quarterbacks que en papel “no pertenecen” entre los ocho finalistas. A primera vista se podrían dividir en dos grupos, los experimentados y los novatos. En el primero tenemos a Ben Roethlisberger, Tom Brady, Drew Brees y Matt Ryan, y en el segundo están Marcus Mariota, Blake Bortles, Nick Foles y Case Keenum.

En el caso de Bortles y Keenum, el principal factor para su éxito ha sido el grupo defensivo. Al primero lo arropa una defensa que cuenta con el talento suficiente para ganar los partidos por sí sola, dejando muy poca responsabilidad a una ofensiva que es muy pasiva, esto porque el coordinador ofensivo no confía en su mariscal, mandando constantemente jugadas de pase «seguras», como pases pantalla. Bortles tendrá que enfrentar a los Acereros, equipo al que vencieron de visitantes en la semana cinco, y si consideramos que en ese juego Antonio Brown estaba al 100% y Ryan Shazier era el líder de la defensa, Jacksonville se debe sentir con la confianza de poder dar la sorpresa el domingo. Si Blake no entrega el balón, el duelo más importante de este partido será el de Antonio Brown (receptor) con Jalen Ramsey (esquinero).

Para Case Keenum la situación es ligeramente distinta, ya que su ofensiva sí cuenta con la calidad para meter más de 20 puntos por encuentro, haciendo que la defensa pueda tomar posturas más agresivas para atacar al mariscal contrario. Aunado a eso, lo que facilita la labor del mariscal es que cuenta con jugadores con gran habilidad para atrapar el balón, como Stefon Diggs y Kyle Rudolph, que dan la seguridad a Case de lanzar balones en zonas congestionadas. Aunque Minnesota terminó como sétima mejor ofensiva terrestre y la onceava con más yardas aéreas, sin duda la estadística que hace sonreír al mariscal es que su defensa aceptó 5 puntos en promedio en sus últimos tres encuentros.

Marcus Mariota sigue siendo la incógnita, aún con su gran juego en contra de Kansas. Los constantes altibajos durante la campaña, no dejan anticipar qué versión de Mariota veremos el fin de semana. Y sabiendo que Patriotas tuvo 15 días para prepararse, se espera que sea complicada su estancia en Foxboro. La ausencia de Demarco Murray por segunda semana consecutiva le quita una válvula de escape a Mariota, que sin duda hubiera sido de gran utilidad en situaciones de presión. Aunque Derrick Henry, el corredor suplente, tiene grandes aptitudes para acarrear el balón, Murray posee mayor gran presencia en el juego aéreo y bloqueo. Marcus también depende en gran medida de su defensa, ya que si su rival anota en cada serie ofensiva, no se esperaría que los Titanes puedan contestar de manera inmediata. Necesitan estar en un juego de pocos puntos si quieren tener posibilidades de avanzar.

El último del grupo de “novatos” Foles, de quien no se esperan grandes cosas. Tan poca fe tiene Las Vegas en él, que aun siendo locales y el número uno de la conferencia aparecen con no favoritos en las apuestas (es la primera vez que sucede esa situación en la era moderna de la NFL). Lo que debe esperar la fanaticada de las Águilas es que su trío de corredores (Jay Ajayi, LeGarrete Blount y Corey Clement) pueda salir en un día espectacular, en el que acarreen el balón entre los tres más de 25 veces. Si son capaces de hacer eso, controlarán el balón y la defensa estará más descansada para detener a Matt Ryan y compañía.

En el otro grupo, el único que no ha ganado el Super Bowl es Matt Ryan, quien llegó a dicho juego pero perdió de manera increíble contra los Patriotas el año pasado. Aunque los Halcones no cuentan con el mismo poderío ofensivo que el año pasado, en su juego de la semana pasada los Carneros mostraron que cuentan con una defensa con el potencial de hacerle la vida imposible a cualquier ofensiva que se les ponga enfrente. Lo que beneficia a Halcones es que van contra el peor equipo en esta instancia, las Águilas. El mayor rival de Ryan podría ser el clima, porque históricamente los equipos que juegan en domo como local sufren cundo juegan en estadios abiertos en enero. Se tendrá que monitorear este factor, entre más frío y viento, mayor la posibilidad de una catástrofe de Atlanta.

Para Tom Brady y Ben Roethlisberger, esta fase es lo más habitual. Aunque sus equipos se encuentran por debajo de versiones de año anteriores, se siguen posicionando como los favoritos para llegar al juego de campeonato. En las apuestas, Patriotas llega como favorito por 13.5 puntos, mientras que Acereros por 7.5 puntos, clara señal que en los partidos del fin semana se espera que ganen. Por parte de Drew Brees, de los últimos seis años en dos ha llegado a la ronda divisional, perdiendo en ambas ocasiones. La última vez que pudo avanzar al juego de campeonato fue en el 2009, cuando quedaron campeones de la NFL. La cuestión es que las dos derrotas que ha sufrido han sido en calidad de visitante. El domingo jugarán en Minnesota, que para fortuna de los Santos es un domo, por lo que el estilo de juego del equipo no se verá afectado. Lo que sí se puede argumentar a favor, es que en ninguno de los años anteriores Brees tuvo un equipo tan completo como el que tiene actualmente.

En la postemporada el desempeño de los mariscales es clave para las aspiraciones de los equipos. En los juegos del fin de semana se tiene gran diferencia entre la responsabilidad que tienen. Unos deberán estar concentrados únicamente en controlar el balón y no entregarlo, como Nick Foles y Blake Bortles, mientras que otros saben que la gran responsabilidad de su equipo recae en sus hombros, como Marcus Mariota y Drew Brees, por lo que deberán ser más agresivos. Si realizan la tarea que les pide su entrenador y coordinador ofensivo, podrán soñar con llegar al gran juego.

You may not know:

Marcus Mariota, de 24 años, se enfrentará a Tom Brady, que tiene 40 años. Es la mayor diferencia de edad entre mariscales titulares en la historia de los playoffs.

 

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