ESTA EL NEGOCIO, EL SHOW DEBE CONTINUAR

IVAN NÁJERA

En esta ocasión coexisten grandes presiones para aquel equipo que ha estado en la corona que llego al poder una vez recuperado el espacio perdido durante 12 años. Hizo su trabajo, cuidadosamente reunió a la familia, su comunidad y expuso sus reglas, aunque en apariencia nadie acepto, todos estuvieron de acuerdo en su regreso.

El líder, más actor que político, no logro consolidar su ciclo. Permisivo dejo que otros hicieran su trabajo, lo que distorsionó la situación creando el desorden, el caos. No hubo control, reglas, solo libertinaje. Las consecuencias: un equipo estrella, el “dream team”, inefectivo, ambicioso, perdido. Soñaron que podrían salir sin ser sancionados o evidenciados. Los que pusieron las reglas, los de bastidores, también fallaron. Dejaron que el escenario y la arena de juego estuvieran mal iluminados, pobremente dirigida. Sin reglas claras, fueron cegados por su voraz ambición, hoy llega su desenlace.

Tratando de curar sus heridas, las lamen, intentan remedios poco efectivos, remedios de otros tiempos. Están preocupados por sobrevivir y para ello tienen que idear un plan que les permita extender su existencia. No pueden arriesgar a que un miembro de la familia o pariente lejano, llegue ocupar el podio ya que algunos están resentidos y capaces de hacer algo. Algo impensable, pero necesario para calmar el clamor popular.

Las emociones divididas, la arena y el ring ahora muestran una gran iluminación. Las miradas en las esquinas, expectantes para la llegada de los luchadores. Máscara contra cabellera. El actual líder enmascarado contra la cabellara de dos contrincantes duros y un tercero independiente, que podría ser enmascarado, con poca experiencia, también con sueños y rencores.

Lo importante, como en el juego de azar, es que la casa gane. El poder detrás del trono decide con su estrategia, estilo y poder, unas veces los buenos y otras el bando contrario. ¿Alternancia?, es la pregunta que suena entre los ecos que transporta el viento. Los murmullos que traspasan y penetran los muros que los contienen. Como la corriente eléctrica que utilizamos en nuestro hogar en la que las cargas eléctricas cambian el sentido del movimiento de manera periódica, ejemplo de una verdadera alternancia.

Solo dos han estado en el pedestal de los ganadores. Uno por largo tiempo, otro, solo pudo hacer una alternancia, por un breve período. En esta ocasión dos contendientes más, pretenden llegar a la meta casi solos…. pero con mucho esfuerzo e insistencia.
Todo ello ha creado un ambiente hostil desde hace tiempo con descalificaciones, agresiones y todo tipo de comentarios adversos por parte de los participantes. Hay dos bandos. El de los buenos y por supuesto los malos. Unas veces vence un grupo y otras, entre abucheos y porras, el otro. Tras bambalinas, por supuesto es otra cosa. Esta el negocio. El show debe continuar, no importa quien gane o pierda en la arena.

 

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