El mundo alcanzó un número récord de desplazados internos en 2018

 El número de desplazados internos en todo el planeta a finales de 2018 fue el más alto de todos los tiempos con 41,3 millones de personas. La cifra representa un aumento de más de un millón de personas desde finales de 2017 y dos tercios más que la cifra global de refugiados. La violencia y el cambio climático son las causas de esos desplazamientos.

Un nuevo informe del Centro de Vigilancia de los Desplazados Internos del Consejo Noruego para Refugiados, en el que colaboró La Organización Internacional para las Migraciones, cifró en 41,3 millones el número de personas desplazadas dentro de sus países.

La cifra récord es el resultado de años de desplazamientos cíclicos y prolongados, y del alto número de nuevos desplazamientos internos registrados, alrededor de 28 millones, debidos a los conflictos, la violencia generalizada y los desastres naturales que tuvieron lugar entre enero y diciembre de 2018.

Desplazados por conflictos

La mayor parte de los casi 11 millones de nuevos desplazados por motivos de violencia se dieron en los conflictos en la República Democrática del Congo y Siria y, por tensiones intercomunitarias, en Etiopía, Camerún y en partes de Nigeria.

La directora del Centro de Vigilancia de los Desplazados Internos, Alexandra Bilak, destaca que el estudio representa «un triste recordatorio de la reincidencia del desplazamiento y de la gravedad y urgencia de las carencias que sufren esas personas. Los mismos motivos que impulsaron a la gente a abandonar sus hogares ahora les impiden regresar o encontrar respuestas en los lugares donde se han asentado».

Los desastres climáticos obligan a desplazarse

Las nuevas movilizaciones por motivos meteorológicos afectaron a 17,2 millones de personas durante el año pasado. Los ciclones tropicales y las inundaciones causadas por las lluvias monzónicas provocaron desplazamientos masivos en forma de evacuaciones en Filipinas, China y la India. Igualmente, los incendios forestales que sufrió California fueron los más destructivos de su historia, desplazando a cientos de miles de personas.

Entre las naciones que se vieron afectadas tanto por la violencia como por los fenómenos climáticos extremos cabe destacar la sequía que sufrió Afganistán provocando más desplazamientos que el conflicto armado en el país, y la crisis en el nordeste de Nigeria que se vio agravada por las inundaciones que afectaron al 80% del país.

Dos millones de desplazados en las Américas

La mayor parte de los 1,7 millones de personas desplazadas por desastres climatológicos en el continente americano se dio en Estados Unidos, mientras que las personas afectadas por conflictos y violencia en América Central y Sudamérica subió a las 400.000.

El impacto de los huracanes Florence y Michael en la costa sureste desplazó a unos 850.000 estadounidenses, mientras que los graves incendios forestales en el estado de California, donde fallecieron más de 100 personas y se quemaron 335.000 hectáreas, movilizaron a unas 400.000 personas.

Por su parte, en Colombia se reportaron 67.000 nuevos desplazamientos debido a desastres naturales y unos 11.000 en México por el paso del huracán Willa el pasado mes de octubre.

En relación a los conflictos, y pese al acuerdo de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el año 2016, el estudio señala que “los combates entre otros grupos armados ocasionaron 145.000 nuevos desplazamientos”.

Otro foco de violencia fue el Triángulo Norte de Centroamérica que registró unos 240.000 nuevos desplazados internos en El Salvador, 950 en Honduras, una cifra estimada como conservadora y la ausencia de datos sobre Guatemala.

El estudio también destaca la falta de datos sobre la situación de los desplazados internos en Venezuela.

Asimismo, indica que el tráfico de drogas provocó 11.000 nuevas movilizaciones en México.

La importancia sobrevenida de las ciudades

El informe observa que “los conflictos, las crisis climáticas y los proyectos de desarrollo a gran escala suelen desplazar a las personas de las zonas rurales a las urbanas”, pero también destaca que muchas ciudades de la región de las Américas se encuentran “entre las más peligrosas del mundo”.

Los principales afectados por el desplazamiento en las zonas urbanas suelen ser personas pobres afectadas por la violencia criminal y los desalojos forzosos.

El estudio destaca la toma de nuevas iniciativas a nivel local para abordar este fenómeno en ciudades como Medellín, en Colombia.

“El hecho de que las ciudades se han convertido en santuarios para más y más desplazados internos representa un desafío para las autoridades municipales, pero también una oportunidad. Aprovechar el rol positivo que los gobiernos locales pueden desempeñar para encontrar soluciones al desplazamiento será clave para abordar este desafío en el futuro,” dijo Bilak. (ONU NOTICIAS)