ZAGAL

 

Democracia y Populismo (según yo)

En una plática respecto temas de interés común, me recomendaron un texto, bastante interesante y que – acertadamente me dijo la persona que me lo recomendó-  generaría en mí una inquietud y nacería la reflexión que se plasmara esta semana en este espacio de opinión.

Cómo mueren las democracias, es un libro coescrito por Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, profesores en el área de Gobierno en la Universidad de Harvard, en donde se dedican a hacer un estudio sobre el destino de un país cuando su democracia se desploma. Los autores lo hacen con la intención de entender qué está pasando, en este caso Estados Unidos, pero me he dado cuenta – hasta donde he llegado en la lectura – que cualquier parecido con la realidad de México, no es mera coincidencia.

Los autores utilizan de base un libro de Juan Linz, publicado en 1978, La quiebra de las democracias, de donde se obtienen, las que ellos consideran, como las cuatro señales de advertencia conductuales para identificar a una persona -político- autoritaria. Queda a su criterio el decidir si nuestro actual presidente encaja, o no, en alguno de los señalamientos:

1) Sí rechaza, ya sea de palabra o mediante acciones, las reglas democráticas del juego.

2) Si se niega la legitimidad de sus oponentes.

3) Si tolera o alienta la violencia.

4) Si indica su voluntad de restringir las libertades civiles de sus opositores, incluidos los medios de comunicación.

– Yo no dije nada, usted lo pensó –

Unas de las referencias que utilizan los autores para estudio es la Italia de Mussolini que durante los años treinta este la convirtió al fascismo, así como ejemplos más recientes, tal es el caso del ascenso de líderes autoritarios en Venezuela.

Señalan que una característica que tienen todos los ejemplos que plantea, es que todos son candidatos que dicen representar a la voz del pueblo, que libran una guerra contra una denominada “élite corrupta”, y su mayor señalamiento es restregar por todos los medios, la necesidad de transformar todo el sistema democrático y a sus instituciones.

– Que conste que no he dicho nada –

Uno de los temores más grandes que se le tiene a esta ideología, es gracias a la incertidumbre que ésta conlleva desde su definición. En una entrevista realizada y publicada por la revista The Atlantic, a Cas Mudde, un profesor de la Universidad de Georgia y coautor del libro Populismo: una breve introducción, expresa el problema del populismo de la siguiente manera: El problema se debe a que el populismo es una «ideología delgada» porque solo habla de una parte muy pequeña de una agenda política. Una ideología como el fascismo implica una visión holística de cómo deben ordenarse la política, la economía y la sociedad en general. El populismo no lo hace; exige la expulsión del establecimiento político, pero no especifica qué debería reemplazarlo. Por lo tanto, generalmente se combina con ideologías de derecha o de izquierda «más gruesas» como el socialismo o el nacionalismo.

Como todo comentario hecho en este espacio, y hablando ya sin burla, queda a la opinión de usted, quien lo lee, sobre si se pudiese encuadrar la situación actual de nuestro país con lo que se acaba de plantear.  En mi conclusión personal, se que a lo largo de los años, no es raro escuchar que aquellos que se indignan ante la injusticia de orden social, están dispuestos a arriesgar la estabilidad de la democracia con afectaciones directas a sus instituciones, y pareciera que para ellos, esta tiene menos valor que el cambio social.

Considero que hoy más que nunca es necesario seguir uno de los principios fundamentales que toda democracia debe de tener, en donde nosotros ciudadanos somos libres de estar de acuerdo, o no, con alguna ley, pero independientemente de nuestra postura, esta no pierde su carácter vinculante y solo se podrá cambiar si se exige que se siga el procedimiento democrático acorde y legítimo, eso es democracia auténtica.

Termino citando a quien fue base del libro mencionado, Juan Linz,

“La  vana  esperanza  de  hacer  más  democráticas  a  las  sociedades por  vía no  democráticas ha  contribuido  demasiado  frecuentemente  a crisis  de  regímenes  y  en  última  instancia  ha  preparado  el  camino a  gobiernos  autocráticos” (La quiebra de las democracias, 167)

 

Reciban un saludo, muchas gracias.

 

Twitter – @Dan_Fdz