En Yemen se abre la oportunidad de pasar de la lógica de la guerra a la de la paz

 (Xinhua/Mohammed Mohammed) 

El compromiso alcanzado entre el Gobierno de Yemen y los rebeldes hutíes representa una señal de la voluntad de ambas partes de mantener el impulso que supuso el alto al fuego acordado en diciembre de 2018 en la ciudad sueca de Estocolmo, afirmó este martes Martin Griffiths.

El enviado especial del Secretario General para el país celebró este martes ante el Consejo de Seguridad que el entendimiento logrado sirva para alcanzar la primera fase del plan que contempla la retirada de las dos fuerzas de la ciudad portuaria de Hodeida.

“Demuestra que las partes pueden cumplir sus compromisos de convertir las palabras en progresos tangibles sobre el terreno. Refuerza la confianza entre ellas. Demuestra voluntad política. Con el comienzo de la aplicación del Acuerdo de Hodeidah tenemos ahora la oportunidad de pasar de la lógica de la guerra a la lógica de la paz.”

Tras la consecución del compromiso, Griffiths se mostró agradecido por el firme liderazgo que ha ejercido el teniente general Micheal Lollesgaard para lograrlo y manifestó que no se habría conseguido sin su paciencia y perseverancia.

Del mismo modo, señaló su satisfacción por el incremento de los esfuerzos para llegar a un entendimiento sobre el intercambio de prisioneros, entre los que incluyó a las personas desaparecidas, las detenidas arbitrariamente, las desaparecidas forzosamente y las que están en arresto domiciliario.

Con relación a la situación en la provincia de Taiz, contemplada en el tercer punto del Acuerdo de Estocolmo, destacó que durante la próxima reunión con los representantes del Comité Conjunto de Coordinación sobre esa provincia busca concretar “un primer paso para mejorar la vida de la gente”.

“Taiz es un lugar altamente simbólico para los yemeníes, y ha sido testigo de algunos de los peores momentos del conflicto. Pero ahora debemos ver algún progreso tangible”.

Finalmente, subrayó la necesidad de alcanzar una solución política a este conflicto y “empezar a hablar del futuro” de Yemen. Griffiths propuso como “un gran paso adelante” iniciar un debate sobre medidas políticas y de seguridad.

La ayuda humanitaria, peor que en 2018

Por su parte, el Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, describió la cruda situación a la que se enfrentan los habitantes en el país árabe y advirtió que las cifras son peores que las del año pasado.

“Alrededor del 80% de la población, unos 24 millones de personas, necesitan asistencia y protección humanitaria. Unos 20 millones necesitan ayuda para conseguir alimentos, incluidos casi 10 millones que están a un paso de la hambruna”, indicó Lowcock.

A estos demoledores datos hay que añadir que unas 240.000 personas se enfrentan a alarmantes niveles de hambre. Casi 20 millones de personas carecen de acceso a una atención sanitaria adecuada y unos 18 millones no tienen suficiente agua limpia ni acceso a un saneamiento adecuado.

Lowcock indicó que las tres principales causantes de este deterioro son el conflicto, el incumplimiento del derecho internacional humanitario y el colapso económico que se produjo a mediados del año pasado.

Pese a constatar una disminución de la violencia en Hodeida tras el Acuerdo de Estocolmo, señaló que se ha incrementado en las primeras líneas del frente, especialmente en Hajjah, y el que el rial yemení, la moneda oficial del país, continúa depreciándose.

Por si esta situación no fuera suficiente, alertó que las agencias humanitarias están quedándose sin dinero. “Esperamos que los recursos actuales se agoten a finales de marzo, es decir, dentro de sólo seis semanas”, puntualizó.

Igualmente destacó que, aparte de la financiación, “la mayor operación humanitaria del mundo” se enfrenta a diversos obstáculos como retrasos en los visados, restricciones a la circulación, demoras de las importaciones e impedimentos burocráticos.

El coordinador humanitario resaltó que estos “abrumadores” desafíos operativos pueden llegar a solucionarse, pero que no se puede decir los mismo de los financieros.

Por esa razón instó a los Estados miembros, al igual que lo hizo anteriormente Griffiths, a participar en la reunión de alto nivel sobre promesas de contribuciones que ha convocado el Secretario General de la ONU el próximo 26 de febrero en Ginebra. (ONU NOTICIAS)