DE BUENA FUENTE

Nadó de muertito…

Un mar de gente llego hasta la sede del batallón militar, para esperar ver al mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador, y entregarle cartas, peticiones personales, y felicitaciones.

La muchedumbre pudo acercarse y saludar al presidente, en un espectáculo similar al que se da en Espinazo, Nuevo León, cuando se festeja al niño Fidencio.

Y es que solo faltó que a Andrés Manuel le pidieran la gente curas milagrosas, bendiciones eternas, estampillas del Sagrado Corazón de Jesús y billetes de dos dólares.

López Obrador es la esperanza de miles de saltillenses, que se volcaron a la calle para demostrarle su afecto, su apoyo, y su solidaridad en el combate a la corrupción.

Los de manifestantes se apostaron a la entrada de las instalaciones del Ejercito Mexicano, al sur de la ciudad para demandar apoyo al presidente que llegó al lugar a eso de las 16:30.

Obreros cetemistas le pedían a gritos apoyar al acero mexicano en contra del desigual precio del metal chino, que mantiene en vilo a miles de empleos en la región centro de Coahuila.

Propietarias y empleadas de Estancias Infantiles, exigían recapacitar en la decisión de eliminar las guarderías populares.

Activistas y habitantes de General Cepeda llevaron mantas y pancartas en contra del CIMARI, mientras integrantes del FUNDEC, solicitaban apoyo económico para continuar la búsqueda de sus muertos y desaparecidos.

En el presídium, un atildado Manolo Jiménez, siempre se mantuvo sentado en posición marcial, mientras escuchaba atento el discurso del Gobernador Miguel Ángel Riquelme, y del mandatario nacional.

Junto al alcalde saltillense, y también de buen talante lució el líder del Congreso local, Marcelo Torres Cofiño.

El político panista y el joven edil capitalino, medio se turnaban para despertar al secretario de Gobierno, Chema Frausto Siller, que parecía cabecear durante el discurso de AMLO.

El Presidente de la Republica salió vivo, y en su discurso solo se dedicó a felicitar a los integrantes del Ejercito Mexicano, a desearles parabienes en su día, y nada más.

Y es que durante su alocución en el presídium, AMLO hizo mutis de temas como el problema del acero, la falta de contratos de carbón en la CFE, y la disminución del presupuesto para Coahuila.

Parece que a Andrés Manuel ya le gustó quitar dinero a los estados del norte, para financiar a los del sur, en una especie de “Hood Robin”.

La Legisladora federal monclovense Silvia Garza, en la cuenta de twitter de mandatario nacional le solicitó su intervención para defender los empleos de la industria del acero, ya que miles de familia están en riesgo.

La visita de AMLO a la entidad nuevamente fue de doctor, de base por bolas.

 

La pregunta de hoy:

¿Será verdad que el coordinador federal, Reyes Flores Hurtado, expuso al Presidente de la República, su desesperación por la falta de recursos para operar las delegaciones a su cargo?

Autor

Ulises Salas
Columnista
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