La mayoría de las leucemias en los niños son curables: oncóloga del IMSS

 La oportunidad en el diagnóstico y tratamiento favorece el resultado

Las leucemias más frecuentes en los niños son las linfoblásticas y el ochenta por ciento de ellas son curables, siempre que se detecten con oportunidad y que reciban el tratamiento adecuado.

La especialista en oncología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Rosa Gloria Nájera Hernández, adscrita a la Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMAA), No. 89, explica que la leucemia es una enfermedad que se presenta en los órganos encargados de producir la sangre, a consecuencia de una proliferación excesiva de leucocitos o glóbulos bancos.

Es el tipo de cáncer más frecuente en menores de edad y a pesar de ser un padecimiento agresivo, existe un alto índice de curación debido a que es muy sensible a la quimioterapia y a que la gran mayoría de los infantes reciben el tratamiento con oportunidad.

Los principales síntomas de la leucemia son infecciones, fiebre, pérdida del apetito, cansancio, sangrados de nariz y/o encías o aparición de moretones, dolor de huesos, sudor durante la noche y dificultad para respirar.

En esencia, señala la especialista, son niños que se observan cansados. “Siempre que veamos a un niño que se aísla, que no tolera el deporte o la actividad física, que no quiere jugar ni realiza las actividades propias de un infante sano, se debe sospechar de la existencia de alguna enfermedad que no necesariamente puede ser cáncer, también puede tratarse de un problema cardiaco o de un problema pulmonar. Los niños por naturaleza son inquietos y su comportamiento por lo regular debe ser así”, indica.

Hasta el momento no se conocen factores de riesgo para la leucemia, se asocia a traslocaciones cromosómicas como el síndrome de down y aunque puede existir alguna predisposición familiar no se ha identificado una causa hereditaria que incida de manera directa.

Generalmente, hasta en el 80 por ciento de los pacientes se curan con tratamiento como quimioterapia y radioterapia, sin embargo es importante que se otorgue de manera oportuna y para ello es necesaria una detección temprana, por lo que los padres y madres de familia deben estar muy atentos.

En algunos casos, dependiendo de las características propias de la enfermedad y del paciente existe la posibilidad de un trasplante de médula ósea o de células madre, concluye. (EL HERALDO)