A LA BÁSCULA

 Aumento a la vista 

El sector del autotransporte de Torreón llegó bien armado a la segunda sesión de la Comisión de Vialidad y Movilidad Urbana, para tratar de justificar el incremento en las tarifas del transporte público, que en su tarifa general pasaría de los 11.00 a los 15.00 pesos en caso de que aprobara la propuesta presentada al municipio.

Viejo lobo de mar en estos andares, Roberto Cerna, líder y vocero de los transportistas que prestan el servicio de rutas en Torreón, sostuvo que al momento los concesionarios tienen pérdidas ya que durante dos años no se han autorizado nuevos aumentos en las tarifas, avalado esto último por el propio alcalde Jorge Zermeño Infante quien dice, sin embargo, que es la Comisión la que va a determinar si procede el incremento propuesto por los transportistas o no.

En promedio, afirma Roberto, cada concesionario tiene un déficit mensual de alrededor de cinco mil pesos ya que el ingreso promedio es de 142 mil pesos y sus egresos alrededor de los 147 mil. Y los transportistas, subrayó, no son beneficencia pública, por lo que demandó de la autoridad municipal la autorización de la tarifa propuesta o bien que haya un subsidio de parte del municipio. Caso contrario, advirtió, habría paros técnicos, es decir, que cada unidad saldría a ofrecer el servicio un día sí y otro no, servicio terciado.

De acuerdo a las palabras del alcalde, y a las de su titular de Vialidad y Movilidad Urbana, Sandra Mijares Acuña, el incremento va por que va –‘me canso ganso’, diría un clásico de nuestro México moderno-. Ésta última en días recientes dijo que se había concluido el estudio realizado por el área a su cargo y que sí se justifica el incremento a las tarifas, por lo que sólo faltaría que se definiera el porcentaje.

Los camioneros –que presentaron ante los regidores de la Comisión que en los últimos 10 años sólo el combustible aumentó 250 por ciento y el precio del pasaje solamente 100 por ciento en el mismo periodo-, ‘ofrecieron’, o condicionaron, como quiera usted llamarle que si se autorizan las tarifas propuestas, renovarán este año 125 unidades, el año entrante otras 250 de las 580 que están actualmente en servicio ¿Y las otras 205? Como los mexicanos somos de memoria muy corta, una vez transcurridos 2019 y 2020, ya nadie se va a acordar de los compromisos establecidos y la renovación quedará ‘mocha’.

Seguramente que la actualización de las tarifas del servicio del transporte resulta necesaria, sobre todo después de la exposición que Roberto Cerna hizo ante los regidores de la Comisión. Aunque sería bien importante y hasta resultaría interesante, que se integrara también una comisión representante de los usuarios, que argumentaran en su favor lo que significaría para su bolsillo, un incremento en la proporción que lo están solicitado los transportistas.

Si se aprueban las tarifas generales de 15.00 pesos, un trabajador que para llegar a su fuente de empleo utilizara un solo camión –en muchos casos hay que tomar hasta dos-, volver al mediodía a casa a comer, regresar por la tarde al trabajo y en la noche a casa, se gastaría solamente en transporte 60 pesos diarios.

Y si los concesionarios del transporte dicen que en 10 años el combustible ha subido 250 por ciento y a ellos solamente les han autorizado en el mismo periodo 100 por ciento de aumento ¿Cuánto ha subido el salario de los trabajadores para poder pagar las tarifas ahora propuestas?

Además, una vez autorizado el incremento ¿cuál es el beneficio que tendrían los usuarios?  Y, ¿qué seguridad hay de que se cumpla con la promesa de la renovación de las unidades?

Como anécdota, habría que recordar que la primera vez que Jorge Zermeño fue alcalde de Torreón, igualmente con la intención de que les autorizaran un incremento en las tarifas, los transportistas de la época se comprometieron a renovar el parque vehicular. Una mañana llegó una flota de autobuses de diferentes rutas y fueron estacionados en ‘batería’ por la avenida Matamoros frente a la vieja presidencia municipal de Torreón desde el teatro Isauro Martínez hasta la Galeana.

Una comisión de transportistas subió al segundo piso para invitar al alcalde a que saliera al balcón a observar las ‘nuevas’ unidades, pero este prefirió bajar. Desde la explanada se podían observar el frente impecable de cada autobús, pero grande fue la sorpresa que, al hacer una inspección física de éstos, resulta que eran los mismos camiones viejos de siempre, y a los cuales sólo se les había cambiado la ‘trompa’ para aparentar que eran nuevos.

Por eso la pregunta, si les autorizan el incremento ¿qué garantía hay de que efectivamente modernicen los camiones? Además, para los usuarios el incremento solicitado –que anda rondando por el 40 por ciento-, éste resulta desproporcionado. A ver qué tanto les autoriza la autoridad.

 

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@JulianParraIba