DE BUENA FUENTE

Saracho a Sedesol…

Maratónicas eran las reuniones de gabinete en tiempos de Rubén Moreira Valdez, y a ellas asistía Francisco Saracho, en calidad de secretario de Obras Públicas.

Al inicio del sexenio, las reuniones tenían un matiz profesional, con un gobernador atento al gasto en obra, preciso y conciso, aunque desde entonces con recurrentes arranque de ira.

A mediados y finales de la administración estatal, las reuniones de gabinete se hicieron más informales y chapuzonas, luego de que Rubén probo y disfrutó ya del color del dinero.

En una de las últimas, el mandatario estatal comenzó a enumerar algunas obras de buen calibre en Monclova, y dirigiéndose a su secretario de Obras Públicas, le sugirió determinadas y costosas especificaciones.

Saracho Navarro levantó la mano, carraspeó un poco, y luego propuso a Moreira Valdez otras opciones de menor costo, pero igual calidad.

Rubén sonrió socarronamente, volteó a ver uno a uno al resto de los funcionarios estatales, y con voz aguda, repitió las especificaciones, como si le hablara a un escolapio.

Con pena y todo, Pancho se disculpó por el atrevimiento, pero mantuvo su postura de que había manera de ahorrar una buena millonada.

Los presentes entonces callaron, miraron con ternura a su compañero de Obras Públicas, y se prepararon para ver volar sillas, escuchar improperios y el clásico portazo en el despacho oficial.

En cambio, Rubén se mantuvo sentado, respiró profundo, miró a sus secretarios, y con un tono suave, fingió suplicar:

-Por favor, alguien de ustedes, explíquele a Saracho, que le estoy pidiendo.

La risotada de los funcionarios estatales estalló como pirotecnia, el ambiente se distendió, y Francisco por fin entendió que el costo de la obra era lo de menos.

Lo único importante era cumplir la instrucción del gobernador al precio que este pedía.

La rueda de la fortuna, hoy ubica a Francisco Saracho Navarro como nuevo secretario de Desarrollo Social, en sustitución de Inocencio Aguirre Willars.

Enhorabuena.

 

Bigotes a remojar…

A lo mejor suena a broma de mal gusto, pero algo pasa en el país que hay un gran número de atentados en contra de representantes populares de Morena.

El Senador Armando Guadiana Tijerina, es ahora un hombre respetado en las diversas regiones de Coahuila, pero también es claro que su actuar no tiene muy contentos a todos, principalmente grupos de poder pasados.

No está de más que contrate seguridad, ya ven que el diablo es puerco…

 

Esos son amigos…

Una deferencia política tuvo el alcalde de Piedras Negras, Claudio Bres, con el coordinador federal, Reyes Flores Hurtado, durante su toma de posesión.

El verdadero amigo de Claudio es Javier Guerrero, actual director en la Secretaria de Gobernación, y que para evitarle al edil problemas con Reyes Hurtado, decidió no asistir a la toma de protesta, a pesar de la invitación de Bres.

Autor

Ulises Salas
Columnista
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