Hacer que la migración sea una opción y no la única salida en el mundo rural: FAO

(Xinhua/David de la Paz)

Un estudio de la FAO identificado dónde están y cómo son los principales territorios de origen de los migrantes de El Salvador, Guatemala, Honduras y México

Tan importante como salvaguardar los Derechos Humanos de los migrantes en todo el mundo, es ofrecer mejores oportunidades para ellos y sus familias en sus lugares de origen, señaló la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) este 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante.

“El posicionamiento de la Organización no significa una intención de retener para siempre a las personas en sus lugares de origen, sino de garantizar que tengan las condiciones necesarias para decidir libremente si permanecen en casa o si migran a otro lugar”, señaló Luiz Carlos Beduschi, Oficial de Desarrollo Rural de la FAO.

De acuerdo con la FAO, la migración está estrechamente relacionada con los territorios rurales, donde las personas se enfrentan a más pobreza y menos oportunidades, a problemas de violencia e impartición de justicia, así como a los efectos del cambio climático.

El fenómeno migratorio es particularmente intenso y complejo en México y los países del Triángulo Norte Centroamericano, esto es El Salvador, Guatemala y Honduras. De los cerca de 30 millones de migrantes internacionales latinoamericanos, casi 15 millones son originarios de estos países, de los cuales 11 millones provienen de México.

La mayoría de ellos viven o tienen como lugar de destino a Estados Unidos, convirtiendo así a esta subregión en uno de los principales corredores migratorios del mundo.

Territorios que ‘expulsan’ a sus habitantes

El nuevo estudio de la FAO, Mesoamérica en tránsito, ha permitido caracterizar los principales polos emisores de migrantes en estos cuatro países, es decir, aquellos municipios donde se va más gente de la que llega a vivir, con una mayor intensidad.

El estudio se basa en los últimos datos de los censos de población de los países y contrasta la información con indicadores municipales de pobreza, violencia y vulnerabilidad ambiental. El resultado, es un detallado mapeo que puede ayudar a los países a reforzar sus estrategias de desarrollo rural, a fin de atender puntualmente a las causas de la migración en cada territorio.

En términos generales, el estudio muestra que en El Salvador y Honduras los municipios expulsores tienden a tener una mayor tasa de pobreza, presentar viviendas con menor calidad de servicios básicos, contar con un mayor porcentaje de población sin educación secundaria y reportar un mayor peso de las actividades agrícolas en el empleo.

Entre los principales factores que relacionados con la migración en El Salvador se encuentran la pobreza en los departamentos de Ahuachapán, Cabañas, San Vicente y Sonsonate; la vulnerabilidad ambiental en Chalatenango, Cuscatlán, La Libertad y San Salvador; y los problemas de violencia en La Paz, Morazán y San Salvador.

Por su parte, la migración hondureña está fuertemente relacionada con la falta de oportunidades, pobreza y violencia en el noroeste del país y con la vulnerabilidad ambiental en la zona centro-sur.

Aunque en Guatemala se observa una relación menos fuerte del comportamiento migratorio en función de las características territoriales, la tasa de expulsión aumenta en los municipios donde el porcentaje de población sin educación secundaria es mayor.

Por otro lado, en México los municipios expulsores tienen mayores niveles de pobreza y manifiestan una fuerte presencia del empleo agrícola.

La migración en este país está relacionada con la pobreza en la zona sur y con la violencia en el occidente, noroeste y noreste; mientras que los problemas de vulnerabilidad ambiental parecen ser transversales.

Entender mejor los territorios y ofrecer más oportunidades

Estos nuevos hallazgos sugieren que una política orientada a mitigar la magnitud de la migración debe considerar cómo las características territoriales influyen en la decisión de migrar.

Pero también plantean la necesidad de entender mejor el impacto de la migración en los lugares de origen, así como el papel de las remesas y de los migrantes que deciden regresar a sus comunidades.

“Por esta razón, la FAO pone a disposición de los gobiernos de México, Guatemala, Honduras y El Salvador toda su capacidad técnica para ayudar a construir mejores oportunidades de desarrollo en los territorios rurales”, señaló Luiz Carlos Beduschi.

Actualmente la FAO y la CEPAL, en conjunto con otros socios estratégicos, promueven una Alianza para enfrentar las causas de la migración rural en Mesoamérica. Su principal aporte será un conjunto de propuestas de políticas adaptadas a la realidad de esta región tan dinámica en términos migratorios.

Esto es particularmente relevante ahora que los países de América Latina y el Caribe están definiendo su posición en el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular. (FAO)