Recomiendan cautela en la aplicación de aranceles

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Saltillo, Coah.- En caso de no lograr en el Senado respectivo de cada país la ratificación de la firma del nuevo tratado comercial con Canadá y Estados Unidos, la aplicación de aranceles establecidos por la Organización Mundial de Comercio no tendrá una repercusión grave en el mercado mexicano; aunque en dicho escenario no convendrá a México aplicar reciprocidad en dichas cuotas, publicó Infonor.

Así se concluye en una investigación realizado por el Centro de Investigaciones Socioeconómicas de la Universidad Autónoma de Coahuila y el Centro de Estudios Socioeconómicos del Colegio de México; realizado por los investigadores Alejandro Dávila Flores y Miriam Valdés, en el caso de Coahuila; y por Alicio Soarzo en el caso del Colegio.

Dávila Flores explicó que los aranceles que están autorizados por la Organización Mundial de Comercio para las importaciones que entran a México provenientes de Estados Unidos son más altos que para las exportaciones que van desde México hacia Estados Unidos, “hay un diferencial a favor de nosotros, los aranceles que cobraríamos son más altos que los que pagaríamos al entrar al mercado norteamericano y como los aranceles son muy pequeños, salvo en algunos sectores, las repercusiones a nivel general no serían muy graves”.

El trabajo, publicado en la Revista el Trimestre Económico, fue denominado escenarios de política comercial, y analizó cuales serían las repercusiones para la economía mexicana de la aplicación de los aranceles que están establecidos en la Organización Mundial de Comercio en caso de que no se logre la ratificación de la nueva versión del Tratado con Estados Unidos y Canadá.

Los investigadores también determinaron que a México no le conviene aplicar reciprocidad: es decir si Estados Unidos aplica los aranceles de la Organización Mundial de Comercio, a México no le conviene aplicarle los aranceles de la OMC a las importaciones que provienen de los Estados Unidos, cuando se trate de insumos para las actividades exportadoras de México; “porque eso lo que hace es limitar la competitividad”.

Es más aconsejable, de acuerdo al análisis, gravar a importaciones que no corresponden a insumos estratégicos para actividades de exportación, tal y como lo hizo el gobierno de México en el caso del acero: “no aplicó aranceles a las importaciones de acero provenientes de Estados Unidos o de Canadá sino que aplicó esos aranceles a otros productos de manera que no se afecten las cadenas de valor de los actuales exportadores”.

Así, el país aplicó aranceles al wisky, a la carne de cerdo y a otros productos que tienen más que ver con una lógica de carácter político, ya que se generan en regiones donde están bases de apoyo del Partido Republicano; “de manera que se les pase la factura por el costo de sus decisiones”.

Alejandro Dávila indicó que esto ocurre en términos estrictamente arancelarios, pero las repercusiones pueden ser más importantes en el impacto sobre los flujos de inversión, “el problema cuando se empieza a atorar el comercio es que eso afecta los flujos de inversión, cuando se impactan los flujos de inversión las repercusiones son más importantes”.

Especificó que esto puede atraer contracciones del tres por ciento del Producto Interno Bruto y de impactos en sectores exportadores que si serían graves y que serían delicados para regiones como la nuestra que depende mucho de las exportaciones para la industria automotriz, “también se afectaría mucho el sector de la industria textil y la industria alimentaria y la agricultura”, finalizó.

Indicó que estos son escenarios comprobados en forma científica, pero aún hay una gran dosis de especulación dependiendo de la forma en que actúen los legisladores estadounidenses después del resultado de la elección intermedia en Estados Unidos; en la que ahora la mayoría la tiene el Partido Demócrata, aunque los republicanos, por los que Trump llegó a la presidencia, mantienen la mayoría en el senado. (ESMERALDA SANCHEZ / INFONOR)