Diego Fernández pone en duda la salud mental de AMLO

El afamado panista Diego Fernández de Cevallos, ex candidato presidencial, senador y una multitud de cargos más, puso en duda esta semana, en un artículo publicado en Milenio, que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador goce de una cabal salud mental, y además lo acusó de arrogante, ignorante y caprichoso, una opinión que, por desgracia, comparten cada vez más mexicanos, incluso muchos de los que votaron por él y que ahora ven con decepción el rumbo por el cual quiere llevar a nuestro país.

El texto del artículo, que Diego Fernández tituló “Sea inconsciencia o desvergüenza”, es el siguiente:

“El momento que vive México obliga a las personas sensatas, cercanas al Presidente electo, a recordar que para la ciencia jurídica son imputables ante la ley los que gozan de salud y desarrollo mental; los que carecen de alguna de esas cualidades son inimputables y, por ello, irresponsables.

A los críticos del recién ungido nada nos obliga al silencio y la sumisión ante sus constantes injurias y chistoretes; pero no es saludable caer a su nivel o, peor aún, desquitarnos contra sus familiares, sobre todo del menor de edad.

Nos toca someternos a la ley, ejercer nuestros derechos y defendernos de los abusos con los que arranca la Transformación de Cuarta. El electo aún no protesta cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes pero ya las desconoce y viola. Todo el país amenazado por la arrogancia, la ignorancia, el capricho y burradas del autoproclamado “rayito de esperanza”.                                                                                                                      

Ese que miente, desprecia el Estado de Derecho, agrede a las instituciones y se burla de los valores democráticos. Lo más preocupante sobre el (ya maduro) jefe de Estado es su salud mental. No para ofenderlo, pero son innumerables sus comportamientos que deben ser estudiados por especialistas en la materia. Un ejemplo: Mondo y Lirondo inauguró su reinado desfalcando al erario por más de 100 mil millones de pesos al cancelar NAIM, y privó al país de los beneficios que esa obra le daría; pero, ante las críticas por su “consulta” dio una respuesta que, de verdad, deben analizar médicos especializados: “La consulta es confiable porque yo tengo autoridad moral”. Sea inconsciencia o desvergüenza lo que le llevó a una sandez de ese calibre, sus allegados racionales deben decirle que no es igual usar que dilapidar su bono democrático.

Al decidir la ampliación del aeropuerto de Sta. Lucía, sin los estudios requeridos, sin proyecto ejecutivo y contra las opiniones más calificadas internacionalmente, los pensantes próximos a él deben decirle que se trata de grave irresponsabilidad.

Pero, ya encarrerado el iluminado anuncia más, muchas más “consultas”. Entre ellas, para preguntar al pueblo “si está o no de acuerdo en que el gobierno siembre árboles”. También preguntará “si el gobierno debe brindar servicios de salud a los que carecen de ella”. Y otras así de idiotas.

¿Nadie le advierte que con ese proceder no será respetable? Si ya pasó de “luchador social” a fósil universitario; luego a “presidente legítimo” y ahora a Presidente electo, ¡aconséjenle que no debe terminar su gobierno causando un desastre nacional y él convertido en cómico involuntario!

 Son consideraciones que presento a los capaces que le rodean (no a sus lacayos); y solamente los hechos definirán el destino de México. Por lo pronto, el 1° de diciembre retrasemos los relojes 70 años…

 

http://www.milenio.com/opinion/diego-fernandez-de-cevallos/sin-rodeos/sea-inconsciencia-o-desverguenza