Cambiar de teléfono cada 2 años está matando al planeta

La práctica común de comprar un teléfono inteligente nuevo cada dos años está afectando al planeta y amenaza con socavar los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, determinó una investigación canadiense recientemente.

En un artículo de investigación, el profesor asociado de la Universidad de McMaster, Lotfi Belkhir, junto con el reciente graduado de la facultad de ingeniería Ahmed Elmeligi concluyeron que el sector de tecnología de la información y las comunicaciones a nivel mundial, incluidos los dispositivos de consumo, se encuentra en medio de una rápida explosión de su huella de carbono.

Si bien todo el sector representó solo del 1 al 1.6% de las emisiones globales de carbono en 2007, para el 2040, representará el 14% de las emisiones, según los investigadores. Eso equivale a la mitad de las emisiones del sector del transporte, publicó Excélsior en su sitio web.

«Es un nivel claramente inaceptable, ya que socavará definitivamente cualquier reducción lograda por otras fuentes de emisiones (gases de efecto invernadero)», escribieron los investigadores en el documento, que apareció en el Journal of Cleaner Production.

Los centros de datos y las redes de comunicaciones serán los que más contribuyan a la huella de carbono de la tecnología, pero los teléfonos inteligentes serán los más dañinos de todos los dispositivos de comunicaciones, predicen.

La cantidad de teléfonos inteligentes en el mundo alcanzará los 8.7 mil millones para 2040, equivalente al 95% de la población mundial en ese momento. Otras investigaciones muestran que aproximadamente una cuarta parte de los usuarios de teléfonos inteligentes tiene más de un teléfono, y la participación está aumentando.

Usar un teléfono inteligente no es particularmente intensivo en carbono; más bien, la extracción de metales raros utilizados en los teléfonos inteligentes y el proceso de fabricación son los culpables.

A lo largo de la vida útil de un teléfono, el 85% de las emisiones de carbono que causa se producirá antes de que el consumidor compre el producto, hallaron los investigadores de McMaster.

Es por eso que el hábito de comprar un nuevo teléfono inteligente cada dos años, un hábito creado por los proveedores de telecomunicaciones y sus contratos de dos años que vienen con teléfonos subsidiados, es tan perjudicial para el medio ambiente. (EXCÉLSIOR)