¿Por qué llegar a la Ciudad de México es crucial para los centroamericanos de la caravana que van hacia Estados Unidos?

 (Xinhua/Francisco Cañedo) 

Una nublada y lluviosa Ciudad de México recibirá en los próximos días a la mayoría de los miles de migrantes de la caravana que salió de Honduras el pasado 12 de octubre.

Los primeros cientos llegaron este domingo y ya se agrupan en las gradas del Estadio Jesús Martínez «Palillo» de la capital mexicana.

El sitio web de BBC News Mundo publicó que están visiblemente cansados. La mayoría, apenas llegaron se taparon con las cobijas que les regalaron y se echaron a dormir.

«Ha sido un viaje extremadamente difícil. Sobre todo para los niños. Hemos caminado muchos días, sufriendo las inclemencias del sol, de la lluvia y a veces hemos pasado hambre», cuenta uno de ellos.

Llegar a la Ciudad de México representa una esperanza para los migrantes.

«Es el lugar que creemos más seguro», explica Rodrigo Abeja, de la ONG Pueblos sin Fronteras, que ha acompañado a la caravana desde sus inicios.

Como todos los entrevistados por BBC Mundo, Abeja considera que es un punto «crucial».

Apunta a que el recibimiento en la capital ha sido mejor que en otros Estados y con una visión más humanitaria, pues enviaron en avanzada unidades de atención médica, psicológica y alimentos.

«Los vamos a mantener encerrados»

Los migrantes esperan que la Ciudad de México sea un punto de reunión para las distintas oleadas de personas que caminan en el país, entre 5 y 8 mil, según distintas fuentes.

«Aquí sabremos qué hacer de ahora en adelante», dice a BBC Mundo Guadalupe García, una migrante hondureña.

Justamente así lo consideran las distintas organizaciones humanitarias.

«Además de asegurar los espacios, cuidar la salud y la alimentación de las personas en movimiento, en la Ciudad de México tenemos un papel muy importante: darle a la gente información para que tome las mejores decisiones», explica a BBC Mundo la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la capital, Nashieli Ramírez.

La gente de la caravana es humilde y desconoce las leyes de México y Estados Unidos, lo que puede llevarles a tomar decisiones sin conocimiento, dice a BBC Mundo Leticia Calderón, investigadora del Instituto Mora.

«Lo que se debe hacer es darles información y que ellos decidan por sí mismos. Por ejemplo, cómo se hace un trámite para quedarse en México o de las políticas migratorias en este momento en Estados Unidos, incluso en el contexto de las elecciones estadounidenses», explica la estudiosa del proceso migratorio.

La semana pasada, en la antesala de las elecciones de mitad de mandato (el próximo 6 de noviembre), Donald Trump, el presidente de Estados Unidos anunció que su gobierno prepara un endurecimiento en la gestión de peticiones de asilo a su país.

«Los vamos a atrapar, los vamos a mantener encerrados hasta que se celebre la audiencia de asilo o deportación», afirmó en encuentro con periodistas en la Casa Blanca.

Hasta ahora, las personas que solicitan asilo permanecen en libertad bajo un amparo conocido como parole, que les permite permanecer en el país hasta que se celebra el juicio sobre su situación migratoria

«Estas caravanas ilegales no serán permitidas en Estados Unidos y deberían dar la vuelta ahora mismo», declaró Trump, quien calificó de «invasión» la llegada de inmigrantes a la frontera.

Además, los amenazó con que los militares les podrán disparar en caso de ser agredidos.

(Xinhua/Francisco Cañedo) 

Mexicanos a favor y en contra

Por su parte, el gobierno de México anunció un plan llamado «Estás en tu casa» con el que pretende facilitar el estatus de refugiado a los miles de centroamericanos.

«México los quiere proteger y apoyar. La única manera en que podremos hacerlo es si ustedes regularizan su estancia en el país y cumplen con nuestras leyes», dijo el presidente Enrique Peña Nieto.

Dijo que se contempla un programa de empleo temporal y atención médica. Pero, una de las principales condiciones era que los migrantes se quedaran en los Estados sureños de Chiapas y Oaxaca.

Sin embargo los migrantes contestaron en una carta abierta que ese plan no responde a las causas del «éxodo».

El comunicado dice que no quieren «ciudades ni estados cárceles» y asegura que se necesita un diálogo en la Ciudad de México, por lo que continuaron su marcha.

Los primeros de ellos están ya en la capital del país.

Son parte de la primera caravana que salió de Honduras hace más de 20 días.

Otros miles de migrantes están en el Estado de Puebla y otros más rezagados en Chiapas.

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, que tomará posesión el próximo 1 de diciembre prometió visas de trabajo a los migrantes que deseen permanecer en el país.

Según la prestigiosa encuestadora Consulta Mitofsky, esta propuesta polariza a la sociedad: aunque el 51% de los mexicanos encuestados apoya el avance de la caravana, una tercera parte de ellos los rechaza y quiere que se les presione para que regresen a sus países.

Quienes los apoyan llaman a la solidaridad con los centroamericanos. Quienes los rechazan argumentan que los migrantes significan más inseguridad para la población mexicana.

Éxodo sin precedentes

Aunque la mayoría de los migrantes son de Honduras, también hay gente de Nicaragua y Guatemala. En la última oleada va sobre todo gente que partió el 28 de octubre en caravana desde El Salvador.

En la Ciudad de México hay decenas de personas se han volcado a ayudar a los recién llegados.

Entre ellas está Amanda Súcar, una damnificada del sismo del 19 de septiembre del año pasado.

«Yo recibí ropa de abrigo en la época que más frío sentí en mi vida. Ahora estoy en una situación un poco mejor y quiero ayudar en lo que puedo: no quiero que esta gente piense que está llegando a un país en que los vamos a maltratar», dice.

Para la capital de México esta es una situación nueva, asegura la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la ciudad.

«Nunca hemos recibido a tantos migrantes de un solo golpe, es un éxodo sin precedentes. Además de ser un país de tránsito, destino y expulsión de migrantes, México puede convertirse en un país de refugio: eso requiere de nuevas políticas públicas que aborden esta situación», dice.

Por ahora, en el Estadio donde se espera lleguen miles más de migrantes en los próximos días, las autoridades se apresuran a levantar enormes carpas que los protejan de las lluvias y el frío. (BBC NEWS MUNDO)

 

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