Investigación canónica acredita abusos de maristas en Chile

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SANTIAGO. La investigación canónica por los casos de abusos sexuales ocurridos en el seno de la congregación de Hermanos Maristas en Chile concluyó y verificó la verosimilitud de las acusaciones, informó el organismo en un comunicado.

Los casos investigados abarcarían desde los años 1970 hasta más allá del 2000, reportó Excelsior.

«Recientemente hemos sido informados por el padre David Albornoz (el sacerdote salesiano que inició la investigación por denuncias de abusos sexuales a mediados de enero) que las investigaciones que conducían han llegado a su término, excepto en un caso, que se resolvería en los próximos días”, afirmó el comunicado.

«En total fueron investigados siete religiosos, y en los informes correspondientes, se encontró verosimilitud en los relatos de los denunciantes, así como también se descartaron algunos de los testimonios, por su inconsistencia”.

El sacerdote Albornoz rechazó realizar declaraciones adicionales y se remitió al comunicado publicado.

Una vez finalizada la investigación, los informes y datos de la misma, junto con las recomendaciones de las acciones a seguir, serán enviados a la jerarquía del instituto religioso a Roma para que tomen las medidas necesarias. Posteriormente se enviarán al Vaticano, para que las validen, añadió el organismo religioso.

Los maristas son una congregación religiosa cuyos miembros hacen votos de castidad, pobreza y obediencia pero no son considerados sacerdotes ya que no pueden impartir los sacramentos.

Los casos de abusos dentro de la institución se destaparon en agosto de 2017, cuando la institución denunció a uno de sus miembros, Abel Pérez, por abusar de 14 menores en dos colegios. Los sacerdotes maristas tardaron siete años en poner a Pérez a disposición de la justicia a pesar de que él mismo confesó en 2010.

Cuando se hicieron públicos estos hechos, nuevas víctimas salieron a la luz en uno de los escándalos de abuso sexual más emblemático en los últimos meses de los muchos que han agudizado la profunda crisis de la Iglesia católica en Chile.

«Valoramos positivamente este avance, se ha terminado la investigación preliminar dando validez, reconociendo la veracidad, de nuestras denuncias “, declaró a la AP el domingo Jaime Concha, una de las víctimas de abuso de maristas que ha liderado las denuncias.

Concha denunció a tres hermanos maristas y tres sacerdotes, sobre hechos ocurridos hace 45 años.

«Para un sobreviviente con ya más de 40 años que ha sufrido en silencio, el hecho de haber roto este silencio, haber desvelado este secreto terrible y haber sido reconocido por la Iglesia con la veracidad para iniciar una investigación canónica y enviar los antecedentes al Vaticano, es muy importante”, señaló.

«Es la posibilidad que otorgamos a las personas que siguen esclavizadas en el silencio y el secreto para atreverse a hablar, para también contar su verdad y poder avanzar en más verdad y más justicia”, enfatizó.

Las víctimas reaccionaron al fin de la investigación solicitando las mayores sanciones para los religiosos denunciados y facilitar la investigación a la justicia chilena.

«No estamos hablando de pecados -como insistentemente la iglesia estableció en su lenguaje- si no que estamos hablando de crímenes”, reclamó Concha afirmando que es esencial que sea la justicia chilena la que investigue y determine la responsabilidad penal de los responsables, facilitadores y encubridores.

En Chile, los abusos sexuales en el Instituto Marista Alonso de Ercilla solían ocurrir en un subterráneo de la escuela, en los dormitorios de los maristas que vivían en una casa aledaña conectada al colegio, en retiros espirituales y en excursiones donde los alumnos que afirman que los sacerdotes les daban de beber leche con licor.

Los niños eran violados y abusados por los maristas, a edades tan tempranas como 12 años o antes, y después eran acusados por éstos de incitarlos a realizar esos abusos sexuales, mientras los sacerdotes aseguraban ya haber pedido perdón a Dios para castigar los “pecados” del niño.

En Chile, los maristas administran 12 colegios que agrupan a más de 15 mil niños y jóvenes que reciben educación en la institución, según información de su página web. (EXCELSIOR)