Escasez de geriatras en México; se requieren diez veces más especialistas

CIUDAD DE MÉXICO. México enfrenta una escasez de oferta de servicios geriátricos para la atención de las 12 millones 973 mil 411 personas de 60 años y más. En todo el país, el sector público sólo dispone de 168 consultorios y 176 camas de hospitalización especializadas en geriatría, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geriatría.

A ello se suma el insuficiente número de geriatras, pues, aunque se requerirían 2 mil 770 para estar acorde con los indicadores internacionales, sólo hay 600 certificados por el Consejo Mexicano de Geriatría. Y apenas egresan 100 nuevos especialistas por año, publicó Excelsior.

Esto contrasta con la demanda de utilización de servicios de salud por parte de los adultos mayores, toda vez que antes de morir un anciano vive entre diez y 13 años enfermo; 35 de cada 100 personas mayores presentan al menos dos condiciones sincrónicas, como hipertensión arterial y diabetes mellitus. Al menos el 17 por ciento reporta depresión y 15 por ciento deterioro cognitivo o demencia.

«Si bien reiteradamente he dicho que tenemos que dar competencias geriátricas a todos los profesionales de la salud, en particular en el nivel de atención primaria, también tengo que insistir en que la geriatría es una especialidad necesaria y el número de geriatras con el que contamos en la actualidad es insuficiente y que para cumplir con los estándares internacionales tendríamos que tener diez veces más de los que tenemos ahora”, reconoció Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director general del Instituto Nacional de Geriatría.

En entrevista con, Gutiérrez Robledo destacó que en la actualidad 8 por ciento de las personas mayores de 60 años tienen un deterioro significativo para desempeñarse en actividades del vivir diario, lo que las hace susceptibles a ser dependientes y a partir de los 80 años el porcentaje se duplica.

«Se trata de personas que tienen comprometidas de tres a cinco actividades del diario vivir, básicas como puede ser alimentarse, bañarse o moverse”, explicó el especialista.

De hecho sólo cuatro de cada diez hombres y tres de cada diez mujeres de 60 años o más dicen tener un estado de salud bueno, muy bueno o excelente mientras que una quinta parte de las personas que llega a los 60 años está en condición de fragilidad, lo que disminuye la capacidad de responder a factores estresantes y aumenta la vulnerabilidad a desenlaces desfavorables tales como la muerte, discapacidad y dependencia.

Lo más preocupante, advirtió el doctor Gutiérrez Robledo, es que el futuro se prevé aún más grave por las condiciones de salud de las generaciones actuales.

«Esto se debe a que generaciones más jóvenes tienen peor perfil de salud que sus padres y abuelos. En realidad el sobrepeso y la diabetes están tendiendo consecuencias más temprano en un mayor número de mexicanos en una mayor proporción.

«Entonces ya podemos anticipar desde ahora cuál va a ser su porvenir en términos de discapacidad y esto va contribuir a ensanchar la brecha entre esperanza de vida y esperanza de vida saludable y aumentar la carga de la enfermedad en términos de años vividos en situación de discapacidad”, alertó.

En este contexto, el especialista señaló la importancia de promover un envejecimiento saludable y de manera paralela desarrollar un sistema nacional de cuidados de las personas dependientes cuyo diseño ya se trabaja en el Instituto por encargo del Consejo de Salubridad General. (EXCELSIOR)