Niveles altos de ácido úrico pueden provocar gota: IMSS

Se manifiesta principalmente en el dedo gordo del pie, tobillo y con menos frecuencia en la rodilla 

Hinchazón, enrojecimiento, calor y rigidez en las articulaciones son los principales signos de la enfermedad conocida como “gota” -acumulación de ácido úrico en el cuerpo-, que es una de las formas de artritis más dolorosas con mayor incidencia en varones.

La especialista en reumatología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), adscrita al Hospital General de Zona (HGZ), No. 2, Derikah González Pérez, explica que esta enfermedad inflamatoria se desarrolla después de varios años, e incluso décadas de padecer hiperuricemia (niveles elevados de ácido úrico en la sangre), y se manifiesta comúnmente en el dedo gordo del pie, tobillo y con menos frecuencia, en la rodilla.

Este padecimiento se asocia principalmente a la ingesta abundante de proteínas y alcohol –cerveza o vino-, y en quienes sufren de obesidad, diabetes, triglicéridos y colesterol altos, hipertensión; sin dejar de lado el factor genético que también influye.

El avance natural de este mal puede comprender cuatro etapas: niveles elevados de ácido úrico (hiperuricemia sin síntomas); ataque agudo en alguna articulación, caracterizado por dolor, calor y enrojecimiento que se manifiesta generalmente por las noches; intervalo intercrítico, que es cuando existen periodos libres de síntomas entre las molestias y funcionamiento normal de las articulaciones, las cuales pueden agravar la inflamación;  y gota tofácea crónica, en la que se produce deformidad y destrucción del hueso y cartílago afectados, así como posible daño renal.

En forma crónica, el dolor es menos intenso pero puede involucrar más articulaciones en las que se refiera cierta molestia, lo cual llega a confundirse con artritis reumatoide u otra complicación similar.

En el caso de esta enfermedad, como en todos los padecimientos crónicos, es necesaria la corresponsabilidad del paciente a fin de evitar complicaciones; la evolución de la misma dependerá, en gran medida, del apego que tenga el paciente hacia su tratamiento y evitar se complique a una artritis deformante.

El mejor tratamiento es la prevención, evitar la elevación de ácido úrico, por lo que se recomienda mantener el peso ideal, alimentación balanceada y evadir o  reducir la ingesta de carnes rojas, mariscos, lentejas, champiñones y alcohol, principalmente cerveza, con mayor razón cuando se cuenta con la predisposición genética,   concluye la reumatóloga. (EL HERALDO)