Mario Frías Crespo: Un atleta sin límites

Hace 17 años, la señora Olga Crespo García, entonces embarazada, recibió una noticia que cambiaría su vida y la de su marido, Juan Manuel Frías Rivera. El doctor que atendió su parto les indicó que su hijo había nacido con Síndrome de Down, alteración genética producida por la presencia de una copia extra del cromosoma 21.

Los padres del pequeño Mario Frías Crespo, se sobrepusieron a los estigmas nacientes de su padecimiento, decidieron darle una crianza sin limitantes y lo acercaron a lo que sería su mayor talento y pasión: la natación.

«Al inicio participaba con competidores regulares, niños que iban a diferentes clubs deportivos; después nos invitaron a participar en paralimpiadas o competencias nacionales de chicos especiales, y fue ahí cuando empezamos a asistir a paralimpiadas», recordó Olga Crespo García, en entrevista con El Heraldo.

A pesar de que su primer contacto con el agua lo hizo sentir inseguro y asustado, Mario enfrentó su temor hasta dominar con maestría todos los estilos de nado olímpico, lo que generó en él un gusto que hasta la fecha lo acompaña y que lo ha llevado a participar en competencias como el Festival Nacional Multideportivo para Personas con Síndrome de Down 2015, en Morelia, Michoacán, donde subió a lo más alto del pódium; la Paralimpiada Nacional en Querétaro, Querétaro, realizada en el mismo año que el anterior, trayendo a casa la medalla de plata, en la categoría 50 Metros Libre; y en el Festival Deportivo de la Discapacidad, en Zacatecas, Zacatecas, en septiembre del 2016, en el cual obtuvo el primer puesto en 50 Metros Pecho y el mismo oro en 50 Libre, por mencionar algunas.

«En cada una de éstas, siempre ha traído una medalla, nunca hemos regresado sin nada. Hemos estado representando a Coahuila en muchos estados, y más directamente en Saltillo, porque es el único nadador especial que práctica en Saltillo», compartió Crespo.

En la visión de la orgullosa madre, el joven ha sabido aprovechar su potencial deportivo sin importarle su discapacidad, misma que, en sus palabras, se magnifica por falta de información.

«Soy la mamá más feliz, más afortunada y más orgullosa. Cada vez que una mamá recibe a un niño especial, sientes que el mundo se te viene encima. No es fácil, es una situación que sí te impacta por el miedo a qué sigue. Se sufre al no saber qué sigue, pero luego te vas dando cuenta de la bendición que es tener un chico con esta discapacidad hermosa, que te da tantas satisfacciones», platicó.

CONTINÚAN LOS ÉXITOS

Mario lleva dos años participando como auxiliar de entrenador en las prácticas y cursos de la Alberca Olímpica y, el pasado mes de agosto del mencionado, se adjudicó otro triunfo, al obtener la medalla de oro en 50 Metros Crol, de la Paralimpiada Nacional 2018, efectuada en Colima, Colima.

«Lo que sigue es continuar en las competencias. El próximo año es uno muy fuerte para él, porque ahorita fuimos en su categoría de 16 a 18 años, y él iba con 16, era de los chiquitos. El año próximo ya entra como 18 años aunque no los haya cumplido. Es un año fuerte, esperamos traer más medallas», dijo.

A finales de este 2018, el nadador perteneciente a la Asociación de Deportistas Especiales y miembro del INEDEC, asistirá al Festival Nacional Multideportivo para Personas con Síndrome de Down, actividad que siembra más posibilidades de éxitos para el coahuilense, quien siempre ha contado con el apoyo de sus familiares, que lo reconocen como un ejemplo de vida, visión que Olga envía para las madres de familia cuyos hijos padecen alguna discapacidad.

«Yo les sugiero que no cesen en apoyarlos. Hay momentos en que la carga es difícil. Los esfuerzos son muchos, pero las satisfacciones son mayores. Estén muy listas y despiertas, para ver a dónde los está guiando su pequeñito, porque son ellos los que van marcando, tomados de la mano de Dios, para dónde», finalizó Crespo García. (OMAR SOTO)